A menos de dos meses de que termine este año, es oportuno hacer un pequeño alto en el camino de la vida, y evaluar el camino recorrido. Seguramente no todo ha sido color de rosa, porque la vida es muy sorpresiva, pero ya sean buenas experiencias y/o experiencias negativas, de todas hemos aprendido. Lo positivo y negativo es importante para hacer una mejor versión de sí mismos.
La familia es una dimensión clave para ser mejores personas. Ahora que ya se acerca el fin del ciclo académico, muchos niños y jóvenes dispondrán de más tiempo para estar en familia. Todos los miembros de la familia deben esforzarse para crear alianzas que les permitan crecer como sujetos pertenecientes a la misma. Un sano clima familiar fortalece las relaciones de los diferentes sistemas familiares.
Otra dimensión trascendental para los seres humanos es el trabajo. Los dueños de empresas pequeñas o grandes tienen que dedicar un poco de tiempo a evaluar el crecimiento de las mismas. Es casi seguro que ha habido subidas y bajadas económicas. Tienen que ver cuáles son sus fortalezas y cuáles son sus debilidades. Han de convertir sus debilidades en oportunidades para fortalecer sus negocios. Por su parte, los trabajadores tenemos que disfrutar ese trabajo, gracias al cual podemos satisfacer nuestras necesidades básicas.
Todos nacemos con el deseo de aprender. Esto significa que el área académica y cognoscitiva merece ser evaluada. Existimos para aprender y asimilar conocimientos. Un aprendizaje constante desintoxica y desoxida la mente humana. Si estudió o está estudiando, fórmese a conciencia, siendo un estudiante de excelencia. Si no está estudiando, pues por lo menos lea algo que le ayude a estar en comunicación con las ideas de otras personas (autores). El aprendizaje nos hace plenos y felices.
Las relaciones humanas son indispensables para crecer en la vida. Si durante estos meses recorridos sus relaciones humanas no han sido las mejores, mejore su carácter. Tener una cabeza dura y una mente cerrada no sirve de anda. Somos seres sociables por naturaleza. No podemos existir sin los otros. Por lo tanto, mejore sus relaciones humanas, y el éxito será su consecuencia.
¿Quién es Dios para usted? ¿Es alguien importante en su vida? Recuerde que una vida sin un horizonte de Dios no tiene sentido. Vivimos en este mundo, pero no somos de este mundo. En el momento menos pensado la vida humana se apagará, y ¿Estoy listo para dar ese paso hacia la vida eterna? Cada un sabrá lo que en el presente está haciendo para esa vida futura en la eternidad con Dios. Dios es esencial en el camino de la vida. Sin Dios, esta vida humana carece de sentido. Nuestra mirada ha de estar puesta en Dios; Él es nuestra meta definitiva. Por esta meta vale la pena hacer de una manera extraordinaria lo ordinario.
Y, por último, dele un vistazo a su vida emocional/afectiva. Somos seres emocionales capaces de entristecernos y alegrarnos según las experiencias experimentadas en esta vida. En este momento podemos estar alegres o tristes, deseosos de amar o de odiar, felices o amargados. Las emociones y los sentimientos le dan sentido a nuestra existencia. La afectividad nos permite conocernos, enamorarnos y amarnos. Hoy puede estar como un rio seco, pero mañana puede estar como un pozo del cual se pueden sacar nuestras mejores emociones.
Aún estamos en época de exámenes finales en algunos centros educativos. Bueno, pues aproveche examinar su vida familiar, laboral, espiritual, académica y afectiva. Nunca es tarde para examinarnos también en el perdón, en la tolerancia, en la empatía y en el amor. A veces somos demasiado rudos y bruscos para tratarnos y tratar a los demás. Deje la agresividad y la pereza a un lado, discierna qué le conviene continuar haciendo y qué tiene que dejar de hacer. Un buen proceso de discernimiento le conducirá a esa felicidad que siempre ha soñado.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.