Esta semana un amigo decía que dejo de beber alcohol y cuando se le pregunta el motivo o la fuerza que lo hizo cambiar: simplemente responde que un día se levantó con la seguridad de que dejaría de beber, porque cada vez que lo hacía sufría mucho, aunque no lo reconociera, “me la pasaba muy mal”, pero ahora llevo un año más saludable, contento y sin necesidad de beber, comenta.
Este el 15 de noviembre se celebra el Día Mundial sin Alcohol establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con la finalidad de ayudar a las personas a que vivan mejor sin alcohol. Para quienes no beben licor, el mejor consejo es que se abstengan, y quienes lo hacen que se vayan moderando hasta dejar de hacerlo o necesitarlo.
La fecha de hoy tiene la finalidad de “promover o hacer consciente a la población sobre los daños físicos y psicológicos que ocasiona el consumo de este tipo de sustancias en nuestro organismo”.
Quien toma no lo admite, pero cada vez que lo hace pone en riesgo muchas cosas, hasta su vida. Porque cuando una persona está bajo el efecto del alcohol, no mide circunstancias ni extremos y puede pasar lo impensable.
“Yo lo se controlar” o “es social” dicen muchos para justificar el consumo; aunque el efecto en el cuerpo es el mismo.
Quienes venden o promueven el consumo siempre van a decir que lo que hace daño es el exceso, está bien, pero quien no sabe controlarse casi nunca sabe dónde está el límite entre “normal” y “exceso”, por ello, los consejeros de vida siempre te van a decir que abstenerse del consumo es lo mejor para ganar paz.
Para ayudar a controlar el consumo de alcohol, puedes tomar en cuenta esto:
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación. CEO de La Voz de Xela, conferencista nacional e internacional y profesor universitario.