PUNTUAL
Lamentable situación la que atraviesa el supervisor de educación primaria Ramón Yax, conocido por muchas generaciones por sus labores en el campo de la educación pública en Xela, quien ahora está a punto de perder su trabajo, luego que las ingratas autoridades oficialistas le siguieran un proceso administrativo por desacato, desobediencia e insubordinación.
Se recuerdan que, para el desfile de septiembre, en el recorrido de Primaria llevaban mantas en contra del gobierno y del presidente Jimmy Morales, acusándolo de ser parte de la corrupción y de expulsar del país a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig). Estas acciones tuvieron críticas, por un lado, por exponer a los niños a posibles acciones violentos de parte de quienes piensan diferente. Pero también fueron aplaudidas por muchas personas que opinaron que era parte de la coyuntura y que lo mínimo que se puede hacer es expresarse libremente en contra de los desmanes.
Independientemente de la forma, la realidad innegable es que se trataba del ejercicio del libre derecho a expresarse. No cabe la más mínima duda que esto llegó a los ojos y oídos de Jimmy Morales, quien además de enfadarse habría dado feroces instrucciones para buscar y castigar a los responsables. La primera línea delgada fueron los directores, pero Yax los defendió y no procedió en contra de ellos, como le habían pedido. Esto le ha valido para que lo declaren en desacato, por lo cual podría perder su trabajo.
Esto es improcedente porque no se puede atacar la libertada de expresión y menos a los educadores que permitieron la protesta pacífica. Oponerse, buscar responsables o querer castigarlos, es síntoma de querer ser dictadores en tiempos de supuesta paz.
Públicamente, no solo por el derecho a la libertad de expresión, sino que, por sentido común, exijo que se suspenda este proceso administrativo violatorio a los derechos humanos fundamentales. No podemos estar en un ambiente de hostilidad de parte de la misma autoridad.
Le recuerdo a las autoridades lo que dice el Artículo 35 de la Constitución Política de la República de Guatemala: “Es libre la emisión del pensamiento por cualesquiera medios de difusión, sin censura ni licencia previa. Este derecho constitucional no podrá ser restringido por ley o disposición gubernamental alguna”.
Finalmente, no se preocupe profesor Ramón Yax, ya ve que recientemente una banda de diputados presentó una iniciativa de ley que pretende castigar con prisión a quienes critiquen a los políticos, sin embargo, tampoco va a prosperar porque son ideas de la jungla en medio de la civilización.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación. CEO de La Voz de Xela, conferencista nacional e internacional y profesor universitario.