Con una meta para 2017 de Q 57,924.00 millones en concepto de recaudación tributaria, Guatemala enfrenta uno de sus ciclos económicos más desfavorables. El monto es inalcanzable en las condiciones actuales, entre otras, baja inversión del Gobierno, desconfianza generalizada de la población. Y las exoneraciones de impuestos a todos los integrantes del Cacif, de hecho este es el mejor incentivo para pertenecer a este selecto grupo.
A pesar de que lo recaudado por concepto de la exoneración de multas y recargos durante 2017 alcanzó la nada despreciable suma de Q 1,088.32 millones, el ente recaudador aún registra saldos rojos.
Uno de los elementos que debía ayudar a que la recaudación se incrementara era la entrada en vigencia del Decreto 37-2016, mediante el cual se estableció la liberación del secreto bancario.
Esto según el Ministerio de Finanzas y los especialistas de la Superintendencia, sin embargo, la contribución fue mínima casi imperceptible, lo que no quiere decir que no ayudara, es que la meta impuesta fue demasiado alta, no se consideró el ambiente de negocios, el crecimiento real del producto interno bruto y otros factores que influyen.
Hasta el 31 de agosto se han recaudado Q 38,066.5 millones, con una meta de Q 38,794.90, lo que registra una brecha de Q 727.9 millones. Sin embargo, hubo un crecimiento, comparado con la recaudación al mismo mes de 2016, cuando las arcas gubernamentales registraron un ingreso de Q 36,220.8 millones, los resultados comparativos arrojan un crecimiento de Q 1,845.7.
No cumplir la meta en recaudación no es responsabilidad del ente recaudador, existen muchas razones por las que no se alcanzan los resultados pronosticados para 2017, entre ellos puedo citar:
A pesar de todo lo anterior, para 2018 se plantea una meta de recaudación de Q 62,400 millones, muy por arriba de la de 2017. Tal parece que los técnicos del Gobierno no aprenden de los errores, o peor aún, a sabiendas de que no se alcanzará engañan a la población en el momento de la emisión del presupuesto.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.