Durante estos meses hemos estado escuchando sobre la logística del censo, planificación, procedimientos, organización, contrataciones. Uno de los principales temas de capacitación a nivel general en el proyecto censal han sido los derechos humanos y la seguridad de las personas como prioridad número uno.
El trabajo que realizan los censistas es trabajo cien por ciento de campo, expuesto al sol, al polvo, a la inseguridad, al maltrato de la gente. La rutina de un censista inicia entre 5 y 5.30 de la mañana, dependiendo si tiene familia que atender este horario puede variar, preparar el desayuno y dejar el almuerzo listo para el mediodía, ir a dejar a los niños al colegio y todo lo que implica que ellos se bañen y desayunen, sin dejar por un lado los quehaceres personales, bañarse, cambiarse y preparar su material para el recorrido de campo. La mayoría de censistas está iniciando su recorrido a las 7.00 am, esto con el fin de encontrar a algunos de los jefes del hogar para realizarle la entrevista.
En el mejor de los casos, las personas los atienden brindando la información solicitada, si la persona está ocupada les piden que regresen más tarde. El censista debe regresar a esa vivienda en el horario que la persona le indique, no se pueden dejar viviendas sin censar, no importa si es en horario nocturno. Algunas entrevistas se han programado y realizado a las 8.00 pm. El recorrido continúa, debe seguirse un orden lógico, tal y como está en el material cartográfico; si alguna vivienda no aparece o ya no existe, esta debe actualizarse. El censista debe llevar el control de su recorrido en el formulario proporcionado para ese fin, y anotar todas las observaciones que considera relevantes en la boleta.
Como mínimo deben llenar 15 boletas al día, revisarlas, y cuidar que estas no se dañen. Al final de la jornada, entre 6.00 y 6.30 pm, la mayoría de grupos se reúne con su supervisor para aclarar dudas y recibir nuevas indicaciones. Se reúnen por lo menos una hora antes de regresar a casa a preparar el informe diario que tiene que enviar a sus supervisor, referente a estructuras que se visitaron durante el día. Sin dejar por un lado las tareas de los niños, la cena y atender cualquier imprevisto que se presente. A todo esto es casi la medianoche, y quedan un par de horas para conciliar el sueño y estar de nuevo listo para el siguiente día, y enfrentar los nuevos retos con el personal y con los vecinos.
Esta semana ha comenzado de nuevo a llover, y es otro factor que hay que tomar en cuenta, llevar capa, sombrilla y de preferencia botas para protegerse del agua; el cambio de clima viene acompañado de resfriados y gripes, que también representan un gasto. Los censistas también son personas con necesidades, sueños y familia. Cuando visiten su hogar trátelos bien, no es culpa de ellos lo que ha hecho o no ha hecho el Gobierno. No sabemos qué problemas personales puedan tener, mostremos nuestro lado humano y seamos sensibles y considerados con nuestro prójimo, la vida da vueltas y no sabemos en dónde vamos a estar el día de mañana.