El éxito es el resultado del esfuerzo diario, es el coraje para perseverar sin importar las circunstancias, por lo que es natural que te llene de satisfacción el logro de tus objetivos, volviéndote exitoso o exitosa desde el momento que te planteas una meta y trabajas en las acciones para poder cumplirlas.
Es por ello que la congruencia esta en todo, como te sientes, que haces, que dices y como te ves tiene que estar relacionado.
Iniciamos en el sentir: cuando alguien te pregunta ¿cómo te sientes? En la mayoría de los casos la respuesta es vaga, imprecisa y muy general… un bien, más o menos, regular, o en el extremo decimos -mal-. Acompañando estas respuestas con lenguaje corporal dudoso, riguroso, mirada hacia abajo.
Cuando te pregunten ¿Cómo te sientes hoy? Responde: me siento muy feliz porque (descanse bien, tengo un buen trabajo, etc) Si eres menos expresiva o expresivo, respuestas más cortas: Genial, Súper, Maravillosa, feliz, acompañado de un lenguaje corporal positivo, sonriente y una postura más estilizada, cambiara tu perspectiva y sentir, como la percepción de quien te pregunta.
Qué hacemos: aquí veremos reflejada la personalidad, la profesión, la esencia de quienes somos. Nuestra cortesía, educación y ética en todo momento.
El qué dices: cada palabra que sale de tu boca debe estar relacionada en esencia a quién eres. Trabajar en nuestros pensamientos, criterio propio, valores y principios, ser empáticos y edificar con nuestras palabras.
Como te ves; para lograr la congruencia de quien eres no habrá tiempo de decir una palabra, hacer un gesto o defender nuestro criterio. Somos vistos antes que oídos. Utilizar prendas que nos gustan, un buen perfume, zapatos limpios, cabello prolijo, es algo que podemos aplicar a diario.
Si brillas desde tu interior, resaltando los valores que te caracterizan, la luz será tan radiante que el éxito será parte de ti. Toma acción sin miedo al qué dirán, brilla sin miedo al éxito.