Seis dirigentes y representantes de la cúpula empresarial de Guatemala, un testigo presencial que estuvo en la reunión donde, el entonces candidato presidencial del partido político FCN- Nación y hoy presidente de la República, solicitó dinero para su campaña, y tres o dos mujeres que atestiguan haber visto o efectuado la transferencia de los recursos, son una prueba irrefutable de lo que, no obstante estar plenamente probado por estas instancias y lo documentalmente respaldado como prueba por parte de la Cicig y el MP, según lo informado hasta con fotos por la prensa escrita y televisiva, el Sr. Jimmy Morales negó haber recibido dinero; lo hizo enfáticamente y a plena voz, en un evento militar realizado el jueves 19 de abril, e incluso, palabras más, palabras menos, dijo que podía ver de frente a los empresarios, a su esposa e hijos que lo acompañaban y a todo el mundo, para respaldar su negativa sobre lo relativo a la acusación de financiamiento ilícito que por añadidura, podría conducir a la eventual cancelación de su partido.
Frente a este panorama y los antecedentes que respaldan esta situación, cabe preguntarnos, ¿a cuál de las partes le creemos y a quién le asiste la razón en algo que se presenta como axiomático por definición? Argumentar sobre quién tiene la razón y quién miente o está falseando la verdad en este asunto, sería perder el tiempo y desperdiciar espacio.
El señor Morales, desafortunadamente, no pudo ocultar su reacción hepática: casi no o no habló del evento al que asistía con su familia y eso, dicho con todo respeto, no es honesto, y es una descortesía: no solo es faltar a los principios elementales del protocolo, sino significa aprovechar el evento para un desahogo personal, que riñe con la alta investidura presidencial. Comportamiento como tal, no es excepcional, pues ya se ha observado en otras ocasiones; desafortunadamente en situación como tal, se sigue observando la falta de una asesoría que contribuya a evitar o al menos disminuir estos tropezones, que lo único que hacen es deteriorar más la menguada imagen presidencial.
Por añadidura, habría que agregar que también la arremetió muy fuertemente contra la Cicig y el MP, lo que ya es una actitud enfermiza y un mal crónico de su parte, en contra de estas instituciones; de igual manera se lanzó en contra de los medios de comunicación, e incluso, mostró un ejemplar de un periódico escrito calificándolo de “pasquín”, periódico que por cierto es el más longevo de los periódicos escritos de circulación nacional. Pelear contra la prensa, máxime cuando no se tiene la razón, es darse de topes, y un mal síntoma que se debe corregir, pues solo la prensa maiceada es la que se encarga de defender lo indefendible, y esos medios son perfectamente identificables por la editorialización y forma de abordar su información y contenidos.
Algo que tampoco se puede soslayar es que, a pesar de las evidencias que no dejan lugar a dudas, se pretende deslegitimar a un sector de alta representatividad y seriedad, como el empresarial, que por medio de sus dirigentes tomó la acertada decisión de enfrentar la situación, reconocer la falta o error de haber accedido a la petición del entonces presidente del FCN-Nación y asumir la responsabilidad que ello implica, por haberle dado al partido más de siete millones de quetzales para la campaña electoral pasada y cubrir gastos del día de la elección.
Eso está plenamente demostrado, y lo que queda para no hacer las del avestruz, es que así como los empresarios asumen su responsabilidad, la otra parte también la reconozca; no hacerlo es aumentar la desconfianza y credibilidad, en el entonces presidente del partido político y hoy, presidente constitucional. Para finalizar, sería bueno que el Gobierno tome nota de la solicitud que en la prensa da a conocer el Frente Guatemalteco contra la Corrupción, no hacerlo es alborotar el avispero que nutre las manifestaciones y dieron como resultado la caída del gobierno anterior.
Soy un profesional comprometido con la transparencia, la crítica y la propuesta, e identificado con los problemas sociales; los intereses y necesidades de los de a pie. / lufesaldy@hotmail.com