Recientemente me nombraron para representar a la Dirección General del Sistema de Investigación —Dicunoc— para analizar la coyuntura política nacional. En una de mis intervenciones decía: Hay que encontrar las causas de los problemas».
Al respecto, ejemplificaba mi postura con el trabajo de un médico, el médico realiza un primer diagnóstico al interrogar y escuchar a su paciente, luego, solicita realizar laboratorios ¿Para qué? precisamente, para encontrar la causa del problema. Con relación a la cuestión política de Guatemala, no se observa el proceso de diagnóstico que realiza el profesional de la medicina, incluso, para muchos guatemaltecos todo está estudiado y por lo mismo, no es necesario buscar las causas. No es cierto, veamos un ejemplo, cuando estaban gobernando Otto Pérez Molina e Ingrid Roxana Baldetti Elías, en ese entonces, creíamos que, cuando estos gobernantes renunciaban de sus cargos, el problema de la corrupción se detendría en el país. Renunciaron, están en la cárcel preventiva, y, el problema sigue igual o peor.
El presidente de República Jimmy Morales, con su eslogan «Ni corrupto ni ladrón», engañó al pueblo. Además, decía, «en mi gobierno no tendrán cabida los diputados tránsfugas», una gran mentira. Luego, como presidente, se descubre que el Ministerio de la Defensa le transfería Q 50,000.00 como complemento de los Q 148,000.00 que devenga mensualmente como presidente de la República. Pero, de esta cantidad, no puede comprar sus lentes, su alimentación, etc.
Ahora, el Ministerio Público –MP– y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala –CICIG– le incriminan que su partido político, recibió Q 15,000,000 para pagar fiscales en las elecciones generales. Y, en ese entonces, decía, ni corrupto ni ladrón. Con relación a este caso –con cinismo– incrimina al personal del MP y de la Cicicg, cuando, inmediatamente, los empresarios aludidos y quienes aportaron esa módica cantidad, salieron a pedir disculpas a la población guatemalteca.
Entonces, con pedir la renuncia de las autoridades de turno ¿Solucionamos el problema de la corrupción? Obvio, solucionamos una parte, pero estamos atacando el efecto y no la causa del problema. Y ¿cuál es la causa? –Creo– que son varias las causas, así: a) El sistema político guatemalteco. Los que llegan al poder no son los mejores hombres y mujeres, salvo contadas excepciones, porque el sistema político lo permite. Llegan políticos a gobernar sin la preparación académica para ejercer eficientemente el cargo público al que aspiran. b) Poca observancia a las leyes del país. Se predica que vivimos en un país democrático, y lo que menos se hace es observar las leyes, se ha caído en el libertinaje. En nuestro país suspenden clases cuando quieren, tiran basura donde quieran, etc. c) Educación en valores. Muchos establecimientos educativos solo se preocupan en trasladar información a sus estudiantes y no formarlos para que sean mejores personas, mejores ciudadanos, más proactivos y respetuosos.
Por lo anterior, es importante encontrar y atacar las causas de los problemas, y no solo los efectos.