Desde el año 2016, la División de Ciencia y Tecnología del Centro Universitario de Occidente, integrado por las carrera de ingeniero agrónomo, ingeniero en gestión ambiental local, técnico en agrimensura e ingeniero en administración de tierras (administración del territorio), forma parte del Comité de Alerta Temprana del Altiplano Occidental, a partir de la donación de 5 estaciones meteorológicas por parte del “Fondo Mundial para la Vida Silvestre” (WWF por sus siglas en inglés); con la coordinación de la organización no gubernamental “Conservación de la Naturaleza” (TNC por sus siglas en inglés). Dichas estaciones fueron entregadas a las municipalidades de Olintepeque, Concepción Chiquirichapa y Quetzaltenango, así como a la Asociación CDRO y forman parte de la red “Sistema de Alerta Temprana del Altiplano Occidental”.
Durante estos años, los datos recolectados y enviados automáticamente por los sensores de: temperatura, humedad relativa, intensidad de la radiación solar, precipitación, humedad en el suelo, velocidad y dirección del viento; han sido compartidos con los departamentos de medio ambiente y guarda recursos de las mencionadas municipalidades, así como con la población en general a través de los boletines emitidos por la Asociación CDRO.
Como resultado de la gestión de la División de Ciencia y Tecnología, se ha dado la firma del convenio de cooperación realizado entre TNC y el CUNOC, ha sido labor del personal de ésta División coordinar las reuniones bimensuales de dicho comité y las actividades que de ellas se deriven; así como la realización de visitas técnicas de mantenimiento preventivo a cada una de las estaciones de monitoreo ambiental.
Siguiendo la gestión, recientemente se ha recibido la donación por parte del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura a través del programa de Consorcios Regionales de Investigación Agropecuaria (IICA-CRIA) con el auspicio del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) consistente en dos estaciones más, que han sido integradas y que dan como resultado una red compuesta de seis estaciones meteorológicas ubicadas en: Campus CUNOC, Cantel, Olintepeque, Concepción Chiquirichapa, Pologuá y el Parque Ecológico El Aprisco en Totonicapán; además de una estación hidrométrica situada en San José Chiquilajá, Quetzaltenango.
Esta red tiene como principales objetivos el monitoreo de los efectos del cambio climáticos en la región y la generación de alertas que puedan ser utilizadas por agricultores locales para mitigar los efectos de heladas, sequías, inundaciones y otros eventos que puedan perjudicar sus cosechas.
Entre los planes a mediano y largo plazo, trazados desde el Comité de Alerta Temprana, se ha considerado la adquisición de una estación base que permita centralizar y distribuir de mejor manera la información, dando apertura al acceso a los datos climáticos de la región, que actualmente se comparten, además de las municipalidades antes mencionadas con el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH), Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) así como las personas u organizaciones interesadas que así lo soliciten.
Los retos a abordar incluyen la implementación de estrategias para el crecimiento de la red, es decir integración de estaciones adicionales en otras ubicaciones y el mantenimiento de la red actual, mismo que resulta costoso debido a los desplazamientos necesarios para las visitas, insumos y repuestos de las estaciones.
Sin embargo, el compromiso del personal de esta división es mantener y desarrollar la red de sensores para que los datos puedan ser procesados y convertidos en información climática y geográfica que sea de beneficio para las autoridades, comunidades de nuestra región y especialmente los productores, para que con esta información que pueda ser iconográfica, tomen las medidas pertinentes para asegurar sus sistemas de producción y conservación.
Por Aroldo Roberto Méndez, director de la División de Ciencia y Tecnología del Centro Universitario de Occidente, y
Por Alfredo Vásquez, profesor de la carrera de Administración de Tierras