La recién pasada final de vuelta de la Liga Nacional de Futbol de Guatemala disputada en el estadio Mario Camposeco entre el cuadro lanudo y el plantel de Antigua GFC dejó muchas imágenes, historias y anécdotas que serán recordadas a lo largo del tiempo.
Una de las historias que destacó en la gran final es la del quetzalteco Edwin Escot quien viajó desde Houston, Texas, Estados Unidos, solo para estar presente en el «coloso de hielo» y alentar al equipo de sus amores que le terminó dando una alegría inolvidable al igual que al resto de los más de 10 mil aficionados que lo abarrotaron al remontar históricamente 3 a 0 y un global de 3 a 2 consiguiendo así la tan anhelada Sexta Luna.
El caso de Escot es llamativo porque se trata de un ejemplo de amor genuino hacia el equipo Superchivo ya que su viaje tardó alrededor de 12 horas con una distancia estimada de 1,726 kilómetros.
«Vi el partido ante Guastatoya donde el equipo logró clasificar a la final y sin dudarlo hice los planes para poder estar hoy en la final. Vamos a ganar la Sexta Luna con un marcador de 3 a 0; lo que me motivó a venir es el amor que le tengo a esta playera porque soy Superchivo desde la cuna hasta el cajón», expresó horas antes del encuentro.
Escot hizo el viaje junto a su sobrino Ian Escot quien reside en Los Ángeles, Califonia, y también es un ferviente fanático de los colores del Xelajú MC.