Cada año, la delegación de la Procuraduría de los Derechos Humanos en Quetzaltenango recibe un promedio de 1,300 denuncias, según registros de los últimos cinco años.
En las semanas transcurridas de 2018 ya suman 250, y se estima que al cumplirse los 12 meses sea el mismo número promedio que se ha registrado en los años pasados.
La mayoría de estas denuncias, que son calificadas como «de prevención», se envían a distintos entes que deben darle seguimiento. Entre estas destacan las que se derivan de supuestos actos ilícitos y son referidas al Ministerio Público (MP), también están las que son por casos administrativos y se envían a las municipalidades; además se contabilizan casos que son remitidos a la supervisión de Tribunales o del MP, cuando se trata del mal actuar de un funcionario.
Existen otras denuncias, que son consideradas como mediaciones, y donde la PDH da acompañamiento o hace verificaciones en entidades correspondientes para que se atienda la demanda de alguna persona.
Flor Gómez, delegada de la PDH, comentó que entre los casos que preocupan están las denuncias por maltrato contra menores de edad, ya sea en ámbito familiar o educativo. También denuncias donde se dejan de atender derechos de adultos mayores, personas con discapacidad y migrantes, especialmente niños y adolescentes.