Recientemente escuchamos la lamentable noticia de dos jóvenes que protagonizaron un video y fotografías donde se encontraban cometiendo actos deshonestos (término utilizado por la ley) a plena luz del día, en el Centro Universitario de Occidente.
La noticia corrió como pólvora, y de acuerdo a un medio de comunicación, específicamente un canal de televisión, que textualmente citó en su página web, “los dos supuestos universitarios fueron captados en vídeo teniendo relaciones sexuales en la declaratoria del Centro Universitario de Occidente es el primer Centro Regional Universitario (CUNOC) de la Tricentenaria Universidad de San Carlos de Guatemala, ubicado en la ciudad de Quetzaltenango. El hecho se registró este miércoles en los pasillos de la Facultad de Farmacia, según lo confirmado por los propios guardias de seguridad del CUNOC. En las imágenes se puede observar a una pareja de jóvenes que semidesnudos, ella recostada sobre la pared, y el detrás de ella supuestamente ambos estarían bajo estado de ebriedad y sin importarles la presencia de otros estudiantes que los graban con sus celulares, estos tienen relaciones sexuales”.
Redacción que considero, además de carecer de los requisitos mínimos de escritura y coherencia en la descripción de los hechos, al igual que un sinfín de publicaciones que podemos encontrar, despiertan el interés casi de inmediato en la mayor parte de la población por buscar el video o tener acceso a las fotografías, alimentados por el morbo de saber exactamente lo que sucedió y evidenciarlo por su propia cuenta.
En otras ocasiones hemos compartido la importancia y poder que tienen cada vez más las redes sociales, el acceso casi inmediato a cualquier material que se publique y viralice nos debiera hacer personas más responsables, no títeres vulnerables a dejar por un lado principios y valores, que todos como seres humanos, independiente de nuestros errores, debiéramos promover, se nos olvida que paralelo a lo que los demás decidan hacer con su vida, también merecen respeto.
Jamás podría defender lo que esta pareja hizo, y mucho menos aplaudirlo, evidentemente se equivocaron de manera descomunal, y estoy segura que sin que pasara mucho tiempo, empezaron a pagar las consecuencias de su ineptitud. El propósito de este espacio es sensibilizarnos respecto a lo que está sucediendo con la humanidad en nuestra época, es terrible ver cómo en este caso específico las personas se mofan con las tonterías de estos jóvenes, pero nadie, bajo ninguna circunstancia, fue capaz de acercarse a ellos con el fin de cuidarlos y evitarles mayor exposición, sin importar que los conocieran o no, por el simple hecho de ser personas que, repito, independiente de su absurdo comportamiento, también merecen respeto.
Es triste seguir viendo cómo con el transcurrir de los días, y en medio de diversas reacciones, empieza a circular el supuesto carné de la joven, dejando en total evidencia su identidad. Jamás he sido una persona que promueva el sexismo, pero me sigue pareciendo ridículo que una vez más todo el peso de la burla caiga sobre ella, mientras que él, sigue figurando en el anonimato.
¿Será que además de haber perdido nuestra integridad, seguimos siendo una sociedad machista incoherente en su actuar? El propósito no es generar discordia, y sé sin temor a equivocarme, que la mayoría de nosotros procuramos evitar tal exposición, pero finalmente nuestra sociedad está sumergida en un desenfreno, no solo de actos deshonestos, sino en la carencia de amor al prójimo.
Es muy fácil juzgar, criticar y mofarnos con los errores de los demás, no nos importa el daño que causamos con tal señalamiento, y nos parece normal el escarnecimiento, pero recordemos que al final tanto peca quien se equivoca, como quien levanta su voz contra ellos … La Biblia es clara en el Salmo 101:5 – RVC “Destruiré al que con malicia deshonre a su prójimo; no toleraré a los de mirada altanera y vanidosa”.
Mercadóloga especialista en Gestión de Proyectos. Capacitadora, motivadora, estratega y analista empresarial.