Está claro que, Giammattei le está mintiendo a Guatemala, eso, ni dudarlo. Sin embargo, mentirle al pueblo de Totonicapán le está saliendo caro al gobierno, porque 48 Cantones está organizado y dispuesto a darle batalla no solo al COVID 19 sino a las mentiras de los que hacen gobierno.
Como todos sabemos, el sábado 25 se dio el primer caso fatal de COVID 19, -según el área de Salud-, una señora comunitaria del Cantón Chipuac, falleció cuando era transportada en una ambulancia de los bomberos municipales, en el lugar conocido como Alaska, más o menos a 12 kilómetros de la ciudad de Totonicapán.
Esa noche, en el informe presidencial que acostumbra todos los días, Giammattei dijo que lamentaba la muerte de dos personas, un hombre y una mujer, la mujer murió a la entrada del hospital. Sr. Presidente, Alaska no está a la entrada del hospital de Villa Nueva, está a más de 100 kilómetros, pero bueno, asumamos que se equivocó el presidente, pero, enterado él de los problemas que se suscitaron esa misma noche en la cabecera departamental de Totonicapán, donde había una incertidumbre enorme porque, no se sabía a ciencia cierta de qué murió la señora, además se desconocía cómo y dónde se tenía que enterrar un cadáver de Covid 19.
Giammattei, inmediatamente o por lo menos, en su siguiente “informe” presidencial, hubiera reparado e informado a la población que efectivamente, una señora de Totonicapán falleció de Coronavirus, eso, hubiera “tranquilizado” a la población y desde ese día, se hubieran tomado medidas inmediatas de salubridad y sanitización, tanto por las autoridades municipales, comunales y muy especialmente por autoridades de salud. Sin embargo, mintió y se olvidó de la población, y las consecuencias están a la vista, tres o más personas infectadas, niños recién nacidos –dos meses y 9 meses- desamparados totalmente y varias familias en cuarentena.
La responsabilidad moral y legal, también la tienen las autoridades locales de Salud –Área de Salud y Hospital Nacional José Felipe Flores-, debieron, inmediatamente tomar los famosos y cacareados protocolos en el hospital desde el mismo día que se supo que había una posibilidad de una persona infectada –martes 21 de abril-, debió haber tomado lo que en términos médicos se denomina “profilaxis”.
Se tiene conocimiento que la fallecida llegó el día martes 21 al hospital, luego el jueves 23, pero, hasta el día jueves los médicos detectaron que efectivamente tenía síntomas de Covid 19; ¿cómo es posible que los médicos no pudieron detectar los síntomas desde el martes? Era una persona de la tercera edad, padecía desde hace tiempo de problemas de salud, entonces, era una persona propensa a adquirir ese virus, ¿Por qué no la internaron inmediatamente y así evitar los problemas que hoy lamentamos –contagios-?
Lo más curioso del caso, la tarde de ese jueves, en las instalaciones del Hospital José Felipe Flores, estuvo “visitando”, y definitivamente fue una visita, el recién nombrado Viceministro de Salud Pública y Asistencia Social, Dr. German Scheel -por cierto, ha vivido muchos años en Totonicapán-, por unos minutos convivieron bajo el mismo techo hospitalario, el viceministro y la fallecida, pero aún es más curioso el caso, porque el Dr. Scheel o sea, el viceministro, se pronunció vía telefónica sobre el cierre del hospital José Felipe Flores, indicando que, el cierre es para preservar la salud del personal y de las personas que hacen uso del nosocomio, nunca confirmó ni desmintió que la persona falleció por COVID 19.
Mientras tanto, las autoridades del hospital en un comunicado indicaron que, decidieron cerrar por 72 horas a partir del día lunes 27 dicho centro hospitalario, donde familiares omitieron información importante con respecto a posibles contagios; la verdad, es absurdo, es increíble, qué clase de autoridades tenemos por Dios. El área de salud, extiende una certificación indicando que, debe enterrarse un cadáver bajo los protocolos de COVID 19, el Alcalde municipal lo confirma, el Gobernador acepta tácitamente al indicar que, solo hay seis horas para enterrarla, pero, el Hospital Nacional, dónde estuvo la paciente, y obviamente, allí, dieron la orden para trasladarla a Villa Nueva, cierra el nosocomio, por POSIBLE contagio, es necesario recordarle al Hospital Nacional que, los enfermos que se refieren a Villa Nueva, son enfermos de COVID 19. Entonces, la certificación emitida por el área de salud, no es suficiente para el Hospital José Felipe Flores. Reitero, señor presidente, la señora de Chipuac, Totonicapán, murió de COVID 19 ¿SI o NO?
¿Si la certificación del área de salud, es cierta, entonces, el personal médico y paramédico, los pacientes y visitas que ingresaron los días martes 21 al domingo 26, se pudieron infectar de COVID 19?
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.