PUNTUAL
Las redes sociales además de una comunidad para interacciones son un drenaje para las críticas, la desinformación y hasta expresiones de frustraciones y odio.
Estos días, le doy gracias a Dios por la vida de muchas personas de buen corazón, que comparten una bebida caliente, algo de comer y hasta un abrigo con semejantes que sobreviven en condiciones de desventaja y que tienen a las calles como “hogar”.
He visto jóvenes, parejas y grupos de amigos caminando en las noches en los alrededores del parque central de Xela o acudiendo a hospitales a regalar algo. Seguramente lo hacen de corazón y sin esperar nada a cambio.
La gente de buen corazón y buenos gestos publican algunas de estas acciones en las redes sociales, principalmente Facebook, e inmediatamente aparecen los mezquinos a poner reacciones sarcásticas y hasta comentarios negativos. “Si lo hacen, que no lo publiquen, ¿o es para hacerse publicidad?”, escucho. Estoy en contra de estos sujetos, no solo por la crítica, sino porque no hacen nada. Y los que dan, gracias por publicarlo, por hacerlo del conocimiento de todos, porque nos motivan y son ejemplo de buenos seres humanos.
Recuerdo que uno de los grupos filantrópicos internacionales con presencia en Xela se estaba extinguiendo, simplemente porque no divulgaban lo que hacía. Ahora hacen públicas sus acciones. El ánimo no es gritar las cosas, pero sí hacerlas saber. Lo bueno también es noticia.
Quienes han entregado un pache, un tamalito, un panito o una bebida caliente a los desposeídos, Dios se los multiplicará.
Por favor, en las redes sociales no solo publiquen lo malo, sus tristezas, frustraciones y desencantos, también compartan lo bueno y mejor si son acciones humanitarias de buen corazón. Mientras yo escribo estas líneas y tú las lees, hay personas que están haciendo lo que Dios manda: querer a tu prójimo como a ti mismo.
Un fuerte abrazo a todos, directamente a los de buen corazón. En estas fechas no solo esperemos recibir, sino que también demos algo de lo mucho que tenemos en bendiciones.
Periodista, comunicador y académico. Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos. CEO de LA VOZ DE XELA, conferencista y profesor universitario.