Por Walter Poroj
A raíz de la pandemia del Covid-19, el mundo en general ha visualizado cambios exorbitantes en el ambiente natural, trastocando intereses globales económicos inesperados e imaginables que hoy ponen en jaque a las principales potencias mundiales, generando zozobra social, desaceleración e inflación económica y desnudando cruelmente la ineficiencia de los sistemas de salud, Guatemala no es la excepción, en donde el presidente de la república ha tomado la decisión de mitigar el impacto de esta emergencia sanitaria y de la economía de este país, solicitando al legislativo aprobar de urgencia nacional ampliaciones presupuestarias a través de préstamos a instituciones financieras internacionales como el préstamo de $250 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y $193 millones con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), préstamos que según las propuestas de ley se asignaran a la infraestructura y equipos hospitalarios, red vial, modernización del sector justicia, salarios y equipamiento de la Contraloría General de Cuentas, Consejos Departamentales de Desarrollo, y otros.
El ultimo préstamo aprobado es el denominado: LEY DE RESCATE ECONÓMICO A LAS FAMILIAS POR EFECTOS CAUSADOS POR EL CONVID -19, decreto 13-2020 el cual asciende a Q11,000 mil millones de quetzales, los cuales se financiarán a través de endeudamiento público interno, por medio del Banco de Guatemala y la emisión de bonos del tesoro, dicha ley contempla tres fondos para mitigar la crisis económica, el primer fondo de alrededor de 6,000 mil millones de quetzales, para generar el fondo Bono Familia, el cual es para otorgar hasta un máximo de Q. 1,000 mil quetzales por familia afectada en estado de pobreza, fondos que serán ejecutados por MIDES, el segundo fondo de alrededor de 2,000 mil millones de quetzales para la protección del empleo, este fondo tiene por objeto proteger a los empleados del sector privado que fuese suspendido su contrato de trabajo por la emergencia sanitaria, dicho fondo será administrado por el Crédito Hipotecario Nacional, el MINECO y Ministerio de Trabajo, el tercer fondo por 3,000 mil millones de quetzales destinados al fondo para créditos para capital de trabajo para personas individuales y jurídicas, dichos fondos serán administrados también por el Crédito Hipotecario Nacional; sin embargo, existe una gran preocupación por la distribución de este préstamo multimillonarios sin precedentes y quizás el más grande de la historia de este país, con deudas a largo plazo con entes internacionales que seguramente condicionaron su préstamo a través de ciertas garantías y recursos territoriales, ¿Cuáles son, solo el tiempo no los dirá…?
Además, cuando se analizan las asignaciones presupuestarias a través de las diferentes leyes de los respectivos decretos que autorizan estos préstamos, se logra visualizar que estos en su totalidad no van dirigidos a la emergencia sanitaria y económica como se cree, pues se asignan fondos para la función administrativa, operativa y de infraestructura de una serie de instituciones de gobierno, es decir, tanto el Ejecutivo como Legislativo aprovecharon la oportunidad de esta emergencia para suplir y cumplir compromisos económicos institucionales, lo cual es inaudito e imperdonable, otro punto a analizar, es que aun cuando las partidas de presupuesto a asignar lo indican por markenting político, en realidad se excluye nuevamente a la economía informal y se apuesta por el fortalecimiento y rescate de la economía formal, cuando es la economía informal la que genera entre un 60% y 70% del empleo y economía del país, también se mantiene la imperante política de la desigualdad y la exclusión social y económica de la población pobre, y en extrema pobreza la cual alcanza hoy en día el 60% de la población (alrededor de 10 millones de habitantes) según el INE, sumado a ello la población rural alcanza el 46% , entonces la gran pregunta a discutir y analizar es: esta ampliación presupuestaria es Justa, Productiva, Equitativa, Incluyente y Sostenible y Sustentable para los guatemaltecos en este tiempo de crisis?, y/o ¿es otra oportunidad para generar anarquía, corrupción, poder, más ricos, más pobres, más desempleo, más deuda, bajo el paraguas de las fases del control epidemiológico del Covid -19?, ya que no se logra observar y confiar por donde se pueda garantizar la transparencia y calidad del gasto por parte de este gobierno.