Comparto con usted -lector de La Voz de Xela-, mi criterio externado en la Revista de Ciencias Económicas del Centro Universitario de Occidente -CUNOC-, en fecha reciente.
Quetzaltenango es uno de los veintidós departamentos de la república de Guatemala, su cabecera departamental -Quetzaltenango o Xelajú-, es considerada desde hace muchos años, como la segunda ciudad en importancia del país, fue reconocida como Ciudad, por medio del Dto. Legislativo No. 63 de fecha 29 de octubre de 1825, incluso, llegó a ser la capital del Estado de Los Altos en 1838, ese sueño fue truncado en 1840.
Geográfica, política y culturalmente, Quetzaltenango debe aprovechar esa posición única que tiene, entrada al mercado más grande del mundo -México, Canadá, EUU- y entrada al mercado más grande de Centroamérica, para convertirse en una metrópoli de primer mundo, es que, sí existen las condiciones para ello, -humano, físico y económico-. Sin embargo, los que han administrado la cosa pública -nacional, departamental y municipal-, han sido políticos tercermundistas y no la han dejado crecer; pongo algunos apuntes para sostener esta tesis: El Ferrocarril de los Altos, empezó a funcionar el 30 de marzo de 1930, creando grandes expectativas para el desarrollo económico del área, pero, en septiembre de 1933 el temporal de Santa Marta destruyó parte de las vías férreas, obviamente, era susceptible a reparación, pero, el personaje más nefasto que ha tenido Guatemala como presidente -Jorge Ubico- no quiso realizar dicha reparación y desde entonces, solo recuerdos hay del Ferrocarril de los Altos. Un sueño más truncado para los quetzaltecos.
No cabe duda, hablar de Xelajú, es hablar de perseverancia; en la ciudad de Xelajú Eterna, se fundó el primer Centro Universitario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, al cual se le llamó Centro Universitario de Occidente -CUNOC-, cómo olvidar aquel 5 de diciembre de 1970, de este Centro Universitario, varias generaciones han entrado, han permanecido, se han formado y educado, para luego salir a las calles a compartir ese pan bendito del saber y conocimiento y así poner su grano de arena para lograr la transformación de los pueblos a través de la justicia y equidad. Por supuesto, toda regla tiene su excepción, con infortunio, hemos visto a sujetos empapados de conocimiento, pero al servicio delindecente, del ruin, del que solo le importa su bienestar personal a cambio de cualquier cosa, es decir, en contra del pueblo que le pagó sus estudios por medio de sus impuestos, hoy, a 23 años del siglo XXI, le denominamos PACTO DE CORRUPTOS. El CUNOC es pueblo y el pueblo volverá a administrarlo, de eso no cabe ninguna duda, no hay mal que dure cien años, ni enfermo que aguante. Este sueño, no será truncado.
Así las cosas, el Pacto de Corruptos y Covid 19, hicieron mancuerna en 2020, en Julio de ese año -2020- el Centro Comercial Municipal ubicado en la zona 1, cumplió 50 años al servicio del sector económico del municipio, constituyendo así, en el primer Centro Comercial de la ciudad. Hoy, el desorden, la corrupción y la incompetencia de varias corporaciones municipales, han convertido ese espacio, en un lugar inhóspito, incluso, por la creciente burocracia municipal -paga de favores políticos-, se han instalado oficinas municipales. Quetzalteco, nuestros ancestros hicieron lo propio para nosotros, ahora, nos toca dejar un legado más próspero, humano, ético, moral y solidario para los nuestros, para ello, debemos pelear a brazo partido, contra la corrupción y así dejar caminar a Quetzaltenango.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.