IPSO IURE
Estamos, como si nada en la semana 38 de este año, terminando una celebración de fiestas de independencia, con sentimientos encontrados y algunos se preguntan ¿Qué independencia? Estoy seguro que muchos de los que vimos los acontecimientos del pasado 13 de septiembre estamos reflexionando sobre varios aspectos del futuro político del país. Durante las 36 semanas que llevábamos del año, el actual Congreso había generado 13 decretos, pero para sorpresa de todos, aplicando un mecanismo legal “de urgencia nacional”, en una sola lectura y sin mayor análisis (palabras dichas por los mismos diputados), aprobaron 2 decretos que con sus reformas alteran el orden constitucional, por eso los magistrados de la Corte de Constitucionalidad los declararon suspendidos provisionalmente, un día después.
Toda sociedad se encuentra en una lucha dialéctica, en constante movimiento y cambio, viviendo procesos, y este 15 de septiembre de 2017 no fue la excepción. Quedará en la memoria de muchos guatemaltecos como el día que el pueblo se manifestó por un Congreso depurado, un Congreso con diputados responsables. El grito popular de “renuncien ya” es una muestra que la sociedad guatemalteca demanda de procesos transparentes, y como dice un amigo quetzalteco, ya no más diputados por listado nacional, porque queremos conocer a cada uno de los personajes que llevemos al Congreso de la República de Guatemala. El artífice de dichos cambios debe ser el mimo pueblo, de una forma responsable y con un despertar permanente.
Es seguro que al igual que en 1821 se unirán los criollos, españoles y clérigos para hacer reformas al sistema político y económico, con el fin de evitar la sublevación del pueblo. Por eso es necesario que todos participemos en los procesos democráticos de forma responsable, porque no podemos pedir alcaldes responsables, diputados responsables, ministros y gobernadores responsables, un presidente responsable, si nosotros mismos hemos dejado de ser responsables con nuestra acción ciudadana. Hemos dejado que otros decidan y que otros participen.
Nuestra Constitución Política, en el artículo 239, más conocido como “Principio de legalidad”, que en materia tributaria le da una gran responsabilidad a los diputados, cito textualmente para que analicemos, “corresponde con exclusividad al Congreso de la República, decretar impuestos ordinarios y extraordinarios, arbitrios y contribuciones especiales, conforme a las necesidades del Estado y de acuerdo a la equidad y justicia tributaria, así como determinar las bases de recaudación…” Es decir que si nuestro sistema tributario carece de equidad y justicia, dos palabras muy profundas en dicho contexto, es por la falta de diputados responsables en el Congreso.
Espero que estas líneas nos hagan pensar sobre qué estamos haciendo con nuestros procesos democráticos, bien lo dice el escritor José Saramago, “somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos, sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir”.
Director de impuestos en ARRSUC, S. C. Catedrático Universitario y Consultor Fiscal contabilidad@arrsuc.com