Según estudios realizados en la actualidad, el índice de personas con trastorno del espectro autista es muy elevado y la falta de comprensión produce fuertes repercusiones sobre las personas, sus familias y las comunidades.
El autismo es un trastorno a nivel neurológico permanente el cual se hace de manifiesto en la primera infancia, independiente del género, raza o condición social o económica, no existe una causa definida de su origen; por la complejidad del trastorno, el hecho de que los síntomas y la gravedad varían, probablemente existen varias causas.
Cuando llego a nuestras vidas, el “Principito”, calificativo que utilizamos con su mamá para referirnos de él, uno de los seres más maravillosos que ha llenado de alegría no solo la vida de su familia sino la nuestra. A medida que fue creciendo notamos ciertas características como: resistirse a abrazos y caricias, tener cierta preferencia por jugar solo y estar inmerso en su propio mundo e intereses; sin embargo, sin conocer y tener un diagnóstico definido, desde que lo conocimos lo amamos y aceptamos tal cual es, lo que permitió que de alguna manera él nos aceptará en su mundo, esto ha hecho que el “principito” pueda sentirse de manera cómoda, disfrute de las mismas oportunidades y participe de manera plena y eficaz cuando está con nosotros.
Imagino la incertidumbre y a veces lo doloroso que es para sus padres saber que él ha tenido que afrontar situaciones y tendrá que afrontar circunstancias difíciles, especialmente por parte de personas que desconocen y carecen de información sobre este trastorno, por lo que hoy, mañana y todos los días pido que sean días de concienciación sobre el autismo, si usted desconoce no sea rápido para señalar, juzgar o estigmatizar mejor infórmese y sean empático.
Por un mundo más inclusivo, 2 de abril, Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo.