Hoy por ti, mañana por mí.
Imagínese que cien personas son abandonadas en una isla, aparentemente todas están con las mismas ventajas y desventajas para sobrevivir, para prosperar o para morir. Supongamos que todas son dotadas con cierto número de recursos como herramientas, utensilios y provisiones alimenticias.
Todos arrancan con iguales condiciones, pero de seguro que a la hora ya hay quienes han aventajado a otros, se han apropiado de los mejores lugares, incluso ya han adquirido recursos de alguien del grupo. Dependiendo de los valores, la filosofía de vida y de la sensibilidad del grupo, se convertirá en una competencia salvaje o en una colaboración humanitaria. Este enfoque depende mucho de los líderes que surjan.
Solidaridad con el prójimo significa no dejar atrás al que tiene menos recursos, tanto técnicos, intelectuales, materiales, personales, emocionales… Es trabajar juntos para que todos vayan saliendo adelante. La fortaleza está en el grupo.
Es más inteligente trabajar en que todos y cada uno estén bien, que ser astutos buscando estar bien, aunque otros estén mal. De seguro que, si empiezan a haber grandes disparidades, entonces comenzarán los rencores, los odios, los robos y hasta asesinatos. Como dice el dicho: “Un solo traidor puede derrotar a un ejército”.
Solidaridad es que el grupo propicie: “una rebanada más grande de pan, para el que tiene más hambre”, o “carga más peso, el que tiene más espalda”, o también“aporta más, el que más tiene”. Con la filosofía clara de: “Hoy que tienes déficit te apoyamos, mañana tendrás abundancia, y apoyarás al que tenga déficit”.
Es una buena forma de adquirir un seguro, por aquello que mañana, yo o mi familia caigamos en desgracia y haya alguien que nos pueda apoyar a nivelarnos. Hoy por ti,mañana por mí. La confianza está en el grupo.
Realmente estamos en una isla, llamada planeta tierra. Debemos estar vigilantes a quienes se están quedando atrás y a quienes se están desbordandodesmesuradamente a costa de empobrecer a los demás. En sociedad debemos propiciar que los niños y las niñas arranquen con iguales condiciones. Eso nos conviene más a todos, incluso al planeta.
No es necesario ir muy lejos para ser solidarios con el prójimo (próximo), podemos becar a vecinos de nuestra comunidad, con tal de que se nivelen. Ayuda para autoayuda. Que se den cuenta que están siendo solidarios con ellos, y luego ellos puedan decir: “Hoy por mí, mañana por ti”. Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “La solidaridad, es la ternura de los pueblos”.
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental para la familia, la pareja y el niño. <strong>YouTube:</strong> Mil tips de Salud Mental y Escalón Infantil <strong>Facebook:</strong> Oswaldo Soto Psicólogo