Más de tres años han transcurridoen el desempeño de quienes llegaron al poder, por medio del proceso electoral que habrá de concluir hacia finales del presente año. Si respecto de las anteriores, comparamos los resultados obtenidos en los tres poderes del Estado, especialmente en cuanto al Presidente y nuestro Alcalde se refiere, tendremos que admitir, con nulas posibilidades de equivocarnos, que en poco o nada ha cambiado la situación del país, y Xela en particular, al compararlos con las anteriores administraciones; especialmente si tal comparación, la hacemos con las dos que le antecedieron destacando en tal sentido, la última patriotera que nos esquilmó y avergonzó hasta la saciedad, ante los guatemaltecos y el concierto internacional.
Sería insuficiente el espacio para señalar el cúmulo de incoherencias que, con todo respeto a la institución que representa, ha cometido el presidente y sobre lo cual, han informado abundantemente los medios de comunicación. En cuanto a nuestro alcalde, basta comparar el Quetzaltenango que recibió, con el que entregará, al finalizar su período. Pecaríamos de una omisión imperdonable, si no incluimos en esta reflexión, la podredumbre que, con honrosas excepciones, ha invadido a los organismos legislativo y judicial. Muestras de ello, hay y en abundancia; sin embargo, de destacarlo, se han encargado los medios de comunicación y en especial, los periodistas no maiceados, pero, aunque de nuestra parte hemos hecho abundantes reflexiones sobre el particular, esperamos abordarlo más adelante, conforme el acontecer y las circunstancias lo demanden. De momento pues, optamos por hacer una breve referencia, al título de la presente entrega.
Hasta el momento de redactar esta reflexión (faltan las que esperamos hasta concluir su período), la última incoherencia del presidente, nos la ilustra en su intervención celebrada por el Grupo de Lima, celebrada en Bogotá, Colombia, donde se abordó la situación de y en Venezuela. Saliéndose del tema, no resistió la enfermiza psicosis de atacar a la Organización de Naciones Unidas Unidas y, en particular, a la alta comisionada de la ONU Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile, a quienes no les perdona, a la primera, el apoyo mantenido a la CICIG y, a la segunda, los señalamientos que, con toda la razón del mundo, hizo al sistema de justicia imperante en Guatemala. Si estas incoherencias ya son una rutina en el país, en los foros internacionales, constituyen una manifiesta señal, no solo de su manifiesta inexperiencia política, sino también de lo mal asesorado que está, especialmente, para sus intervenciones en cualquier foro internacional. Es mucho lo que se podría señalar en esta intervención y de ello se han encargado los medios de comunicación; esto no impide destacar que, según su opinión, habló de lo que se debe hacer en Venezuela, pero olvida que no se hace en Guatemala; en cuanto a democracia se refiere donde, en referencia a la política, confrontamos una situación similar a la de Venezuela y Nicaragua. También dijo que La Comisionada, debe proceder “de acuerdo a su mandato” lo que él no hace y es precisamente lo que, al presidente, se le señala constantemente. Frente a esto y mucho más que se podría señalar, resulta procedente que calme sus nervios y busque otra forma de evitar sus desahogos hepáticos por los señalamientos de corrupción y financiamiento ilícito de que son objeto su hermano, su hijo, ahora también su esposa y a él mismo
En cuanto a la pretensión de nuestro alcalde, ¿Qué podemos decir?; ya informó que buscará una diputación por Quetzaltenango y como “premio” a la labor desempeñada en el cargo que ocupa, el partido postulante lo va a favorecer ocupando la primera casilla. Como aspiración, tiene legítimo derecho, pero, moralmente, ¿tendrá el suficiente respaldo del trabajo y el compromiso ciudadano derivado del desempeño en el cargo que ocupa? Los electores habrán de evaluarlo, pero, independientemente del desempeño que tenga como diputado (está asegurado por el lugar que ocupa en la casilla), es deseable que recuerde que llega por Quetzaltenango y que, desde la curul, puede hacer por Xela, lo que no pudo o no quiso hacer como Alcalde. De todas maneras, veremos con cuantos votos lo favorece el electorado, también como “premio” a su desempeño al frente de la Administración Municipal del pueblo que nos ha cobijado, del que tano hemos recibido y al que poco o nada se le devuelve, cuando tenemos la oportunidad de hacerlo. A la historia se accede con, y por nuestras acciones; sin demagogias; con hechos y no con palabras y falsos ofrecimientos.
Soy un profesional comprometido con la transparencia, la crítica y la propuesta, e identificado con los problemas sociales; los intereses y necesidades de los de a pie. / lufesaldy@hotmail.com