Cuando existe una separación en una pareja, sin importar muchas veces el motivo, se ha encontrado socialmente con diferentes suposiciones sobre el dolor que se siente, tratando de determinar si la mujer o el hombre sufre más la perdida de la relación, se han realizado múltiples estudios donde se ha determinado que en general las mujeres experimentan un mayor dolor inmediatamente después de una ruptura amorosa pero se recuperan emocionalmente antes que los hombres, porque la mayoría de veces comparten el dolor que sufren con sus seres queridos, con su entorno cercano, el hombre en cambio sigue adelante pero quizás su sufrimiento se prolongue mas tiempo porque no tiene socialmente la posibilidad de compartir su dolor real, sino únicamente justifica las acciones que le llevaron a la separación, pero no se habla del sufrimiento que le conlleva la perdida de una relación.
Al menos, esa es la conclusión de una investigación de la universidad neoyorquina de Binghamton y la londinense University College London en la que se analizaron las diferencias entre los sexos en respuesta al fin de una relación amorosa. Los resultados, publicados en la revista especializada sobre ciencias del comportamiento Evolutionary Behavioural Sciences, sugieren que las mujeres sufren un mayor impacto emocional y físico tras la ruptura. Hay perdida de sueño, alteración del apetito, pueden subir o bajar de peso, depresión y ansiedad. Sin embargo, la mayoría de mujeres tienden a recuperarse antes y se vuelven emocionalmente más fuertes.
Los hombres según algunas investigaciones apuntan que, en situaciones críticas como una separación, el cerebro masculino llega a generar sustancias químicas no beneficiosas. Los investigadores Larry J. Young y Brian Alexander vieron en sus estudios con roedores cómo los machos separados de sus parejas producían una gran cantidad de corticosterona, una hormona asociada al estrés, el aislamiento y los altos niveles de ansiedad, que los llevaba a lidiar peor con la nueva situación.
Los seres humanos podemos aprender a gestionar las emociones de forma más serena. Las rupturas ayudan a madurar, a relativizar y a conocernos mejor. Muchas veces no son un fracaso, sino un auténtico éxito, porque crecemos al vivirlas, pero también se pueden convertir en una pesadilla cuando no podemos gestionarlas.
Algunas formas de gestionar las emociones en una ruptura, esta el tener conversaciones con personas de confianza, establecer nuevas rutinas de vida, formas de alimentarse, ejercicio, buscar nuevos círculos de amigos, descansar adecuadamente, escribir, leer, según sean los intereses personales, tratar de mejorar emocionalmente antes de iniciar o reintentar una reconciliación o de encontrar una nueva pareja. Recordar que en muchas rupturas de pareja hay hijos que son afectados, al ir mejorando cada día el manejo de la ruptura, los hijos también se verán beneficiados positivamente.
“La vida continua, el amor continua …”
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.