La situación política, económica, cultural y social de nuestro país es preocupante porque los indicadores de desarrollo humano revelan que, en todos los aspectos, se ha reprobado».
Antes de 1985, previo a la promulgación de la Constitución Política de la República de Guatemala, los argumentos que se escuchaban en los diferentes sectores de la sociedad guatemalteca sobre el estancamiento del desarrollo –entre otros sectores–, se decía: El subdesarrollo es por culpa de los militares, por los constantes golpes de Estado; por los empresarios aglutinados en el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Industriales y Financieras –Cacif–; por la guerra interna que desangra al país; por los grupos étnicos que viven en el país.
Que el Cacif frenaba el desarrollo, en ese entonces, el máximo esfuerzo de la sociedad “civil” era quitar el poder político a los militares, porque ellos de cualquier forma ostentaban el poder, a través de golpes de Estado o elecciones generales. El Cacif siempre ha ostentado el poder económico y político del país, por eso, no es de extrañar, que, en cualquier gobierno, han nombrado a los ministros de Finanzas y de Economía, pero, cuando sus alfiles no ganan la Presidencia de la República. Actualmente, la pregunta es: ¿Los integrantes del Cacif aún siguen ostentando el poder?
Ahora bien, el argumento, que por la guerra interna es que el país se encuentra con los más bajos indicadores de desarrollo humano. Es real –relativamente–, porque durante los 36 años de guerra interna fallecieron o desaparecieron más de 200,000 guatemaltecos, entre ellos, campesinos, catedráticos universitarios, líderes y lideresas comunitarias; estudiantes de todos los niveles educativos, líderes políticos, entre otros sectores; este fenómeno frenó el desarrollo intelectual y político de la sociedad guatemalteca. Pero el sector que perdió más fue el sector indígena, porque los soldados del Ejército eran en un alto porcentaje indígenas, y lo mismo sucedía con los combatientes de la guerrilla.
Y el argumento que por los grupos étnicos que viven en el país es que tenemos los más bajos índices de desarrollo humano. Al respecto, es importante señalar que esta afirmación se ha escuchado a lo largo de la historia del país. Este argumento no es válido, porque las condiciones infrahumanas en que se encuentra un alto porcentaje de la población indígena –a mi juicio–, es por la marginación, discriminación y racismo, en que se ha sometido a este sector de la población, desde la invasión. Por ejemplo, es inimaginable que en pleno siglo XXI, aún, el 19 % de la población, de 15 a más años de edad, es analfabeta, este fenómeno no es por decisión de las personas analfabetas, sino son los efectos de las políticas públicas implementadas por los sectores de poder.
En realidad, ¿estos son los sectores que han frenado el desarrollo del país? ¿Estos sectores aún obstaculizan el desarrollo del país? ¿Qué debemos hacer para encontrar la ruta del desarrollo? Continuará…