De vez en cuando se vale no estar bien, para luego estar bien. Es decir, está bien, no estar bien. No sé lo que cada uno esté viviendo y experimentando en su propia vida. Tome conciencia de esas situaciones frustrantes, estresantes y deprimentes en su vida. Una vez que haya hecho conciencia, deténgase por unos instantes y agradézcale a la vida estar en esas situaciones. Es ese contexto, si usted quiere adverso, el que le permitirá ver la salida del sol nuevamente.
En el libro de nuestra vida hay muchísimas experiencias dolorosas, tales como la muerte de un ser querido, un accidente, la pérdida de un trabajo, los comentarios negativos que hace la gente de nosotros, etc. A veces dan ganas de arrancar esas hojas de ese libro de la vida. Pero no hay que hacerlo. Porque, por muy duras que hayan sido ciertas páginas de la vida, son parte de nuestra vida. Lo que tenemos que hacer es establecer una relación sana con ese pasado, es decir, integrarlo, para luego aceptarlo, y finalmente amarlo.
Cuando uno toca fondo en la vida, uno siente que la vida se acaba. Dependiendo de las situaciones que experimentemos, uno sale a la calle, va al trabajo o a cualquier otro lugar, y todo lo ve nublado y gris. Es en esos momentos en donde tenemos que guardar la calma. Esos son los momentos que el mal aprovecha para hacernos creer que la vida no tiene sentido y que de nada ha servido lo que hemos hecho en la vida.
En repetidas ocasiones, la vida se da el lujo de permitirnos experimentar el dolor, el sufrimiento y muchas penas más, para luego darnos algo mejor. Cuando se toca fondo, pero uno se esfuerza por ponerse de pie y superar todas esas adversidades, uno alcanza sus metas. Pero si de primas a primeras me rajo y me rindo, jamás cumpliré mis metas.
Cuando uno experimenta noches oscuras en la vida, es por alguna razón. Nada sucede por gusto. Alguna lección hay de fondo. No las vea como un castigo de la vida o de Dios. En algunas ocasiones pasamos por momentos sombríos, por decisiones mal hechas o bien por lengua de la gente. Pero independientemente de las causas, las noches oscuras siempre traen un mensaje para la vida. Descúbralo.
Si por alguna razón ahora que está leyendo este texto no está bien, tranquilo, tranquila. Luego de la tormenta viene la calma. No tenga miedo. El miedo hace que nos desequilibremos y nos hundamos más. Confíe en usted y confíe en Dios. Si somos buenas personas, Dios nos salvará y nos liberará de esas situaciones que me están ahogando.
Puedo estar tocando fondo, pero no vencido. Siga luchando por sus metas y sueños. Siga yendo a su trabajo, al colegio o a la universidad. No deje de hacer lo venía haciendo. Si es una enfermedad lo que le está haciendo sufrir, recuerde que Dios tiene la última palabra; y la vida él la da, y él la quita. Si acaban de despedirle injustamente de su trabajo, no pierda la paz. Dios ha utilizado a algunas personas para que usted salga de su zona de confort y esté libre para experimentar nuevos horizontes. Si no se siente bien por la lengua de la gente, recuerde que el que mal hace mal acaba. Al chismoso siempre le va mal. Si perdió un privado, no es el fin del mundo, hay otras opciones.
En conclusión, se vale no estar bien, para luego estar bien. Nunca se rinda. La vida es para los valientes. Sea fuerte y no se suelte de la mano de Dios.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.