En marzo de éste año, derivado de la emergencia del Covid-19, en conferencia de prensa los bancos del sistema financiero de Guatemala acordaron diferir el pago de cuotas en tarjetas de crédito o préstamos hipotecarios durante mayo, junio y julio de 2020.
El anuncio se realizó en una conferencia de prensa por el presidente de la república acompañado del presidente del Banco de Guatemala, de Junta Monetaria, el presidente de la asociación bancaria de Guatemala y el Superintendente de Bancos.
El propósito de tomar esa medida era para apoyar a todas las personas que se quedaron sin empleo o que no contaban con recursos suficientes para pagar la tarjeta de crédito o préstamo de vivienda, y que pudieran diferir sus pagos en los bancos, además evitar que salieran de casa para ir a realizar trámites a las agencias bancarias.
En teoría las medidas están muy bien y por supuesto que apoyarían en gran medida las finanzas de los guatemaltecos mientras la curva de contagios se elevaba, pero en la práctica y en la realidad algunos de los bancos del sistema no están cumpliendo con las medidas anunciadas, es más están cobrando altos intereses a los clientes que no realizaron los pagos en los meses de mayo, junio y julio, aun habiéndolo solicitado.
Por ejemplo, en uno de los bancos del sistema, se indicó que quienes deseaban diferir sus cuotas debían ingresar a un link para llenar un formulario en donde se colocaban los datos del crédito o tarjeta de crédito y algunos datos personales, en ningún momento en el formulario se indicaba que el banco debía evaluar si aplicaba o no el diferimiento.
Los clientes realizaron su pago normal en el mes siguiente y subsiguientes, ahora pasados dos meses están llamando a los clientes a decirles que tienen pendiente la cuenta de junio o de julio, cuando el cliente indica que lleno el formulario solicitando el diferimiento le dicen que no hay registro de ello en el banco y que si tiene copia de la confirmación.
Cuando se trata de deudas los bancos no escatiman esfuerzos y al pasar un día de la fecha de vencimiento empiezan a llamar a los deudores para recordarles del pago, por eso es bastante extraño que estén empezando a llamar para cobrar las cuotas de junio y julio dos meses después.
Por las razones expuestas anteriormente es urgente que se haga una supervisión a los bancos del sistema para establecer si cumplieron con la medida anunciada en una pomposa conferencia de prensa, además en ningún momento dijeron que la solicitud de diferimiento estaría sujeta a evaluación por parte del banco y que debían confirmar por correo electrónico; imaginemos como harían para solicitar el diferimiento las personas que no tienen acceso a internet para buscar el link, o que no tienen un correo electrónico permanentemente.
Esperemos que el anuncio del diferimiento no haya sido una medida dilatoria o estrategia de mercado que solo pretendiera que los deudores creyeran que recibirían un apoyo por parte del banco, además quienes sean objeto de éstos cobros que no proceden pongan la denuncia en la Superintendencia de Bancos.