El jueves 30 de agosto, al finalizar la tarde, se registró un pavoroso incendio en las instalaciones del Instituto Nacional de Electrificación INDE, ubicado entre la 6a. calle y 21 avenida de la zona 3 de Xela.
La explosión de un transformador de dimensiones extraordinarias causó terror y miedo entre los vecinos. Hoy, esa zona es una área residencial y comercial de muchos habitantes, centros comerciales y muy cerca la sede de una universidad privada, el riesgo de heridos y muertos era inminente, afortunadamente, por lo menos en las noticias no se reportan.
Luego de ocurrido el hecho, y pasadas más de 72 horas, el INDE no ha realizado una conferencia de prensa, no existe una versión oficial que explique con detalle lo que pasó, a no ser un comunicado, frío y sin mucho sentido. Existen muchas especulaciones, es un complot del INDE para obligar a un pago a la Municipalidad, dicen algunos.
La energía eléctrica falló, se fue la luz de manera abrupta, este primer hecho pudo dañar los aparatos eléctricos de los hogares, comercios e industrias, esto no se sabe, porque muchos no lo reportan o no se ve de manera inmediata el daño, esto tiene un precio que al momento es imposible de cuantificar.
Los centros educativos debieron cerrar sus puertas. En varios establecimientos no hubo clases, “el tiempo perdido hasta los santos lo lloran” reza un conocido refrán. Lo que no aprendieron los estudiantes el viernes, dicen que lo estudiarán el lunes, eso no es cierto, porque deberán correr y sumar el conocimiento del lunes con el viernes, y en esa suma, el total no será igual a las partes, siempre se pierde.
Los hogares, sobre todo en aquellos en donde se tienen reservas de alimentos en los refrigeradores, perdieron, de una u otra manera debieron hacer algo, porque el solo hecho de estar refrigerado y dejar de estarlo la descomposición es inmediata, y no digamos en el caso de medicamentos.
Pero en el comercio las pérdidas sí fueron altas. En un recorrido por las zonas afectadas pude observar que muchos negocios, micro y pequeñas empresas, de todo tipo, estaban cerrados. Haciendo una estimación de una perdida de Q200 diarios por tres días, cada uno perdió Q600 multiplicado por 2,000 (tiendas, cafeterías, tortillerías, librerías, salón de belleza, etc.), el total de la pérdida asciende a Q 1,200,000.00. ¿Quién le repone esta pérdida a las microempresas? Los costos de las medianas y grandes empresas es incuantificable. “Xela perdió”.
Pero hay otro sector altamente afectado, clínicas, sanatorios, hospitales, que utilizaron plantas eléctricas, pero lo más grave, puso en riesgo la vida de muchos pacientes.
Y, por ultimo, cuantos asaltos se dieron en esas horas de oscuridad.
Debe existir un plan que evite estas emergencias, los ingenieros saben que esto puede pasar en cualquier momento, no es aceptable los tiempos de respuesta. Urge que exista una solución al problema con el INDE, por lo que la Municipalidad debe accionar de inmediato.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.