Se nos vino la feria de Quetzaltenango, una de las únicas que se expresa en cultura, música, belleza y en fin de cosas buenas. Lo que sí está seguro y nada que dudar es que, si vemos a Giammettei en alguna inauguración, fijo todos le daríamos pija pero aquel lo tomaría como premio y feliz estaría el hipócrita, ladrón y enclosetado. En la guerra, como con los gobiernos ineptos, pocos ganan. Más bien, perdemos todos, Pero cuando se vive la política en nuestro país todos ponen cara con grima y muchos dicen: “Líbrenos todos Dios de este caos”.
Las calles ya huelen a todo un poco: desde cerveza “barata”, conciertos, comida y no olvidemos el excremento, porque estamos inundados en corrupción, mentiras y simple conformismo o será porque ya inició la campaña política. Que ganas de ir a Xela, pero hay que salvar el año, entre que la carretera Interamericana está hecha una porquería, la delincuencia no disminuye y los precios estarán por los cielos. Xela ya viste sus mejores galas para la feria de independencia en sus 138 años, pero por otro lado habrá lluvia, el actual departamento aún está en naranja y muchos apenas logramos darnos algún buen gusto y ahora la feria.
La poca gente pensante en Guatemala ya proclama que existirá “Fraude Electoral”. Este vergonzoso medio de comunicación que se denomina “Libre”, ya empezó con su chantaje y fraudulenta encuesta. Insisto los medios de comunicación vienen a desempeñar un papel muy importante para el proceso en Guatemala, pero a la vez también ha servido para ser parte de la decadencia y caos en el que vivimos hoy en día, sino solo veamos “el Periódico”, una sucursal del chisme.
En nuestro país tenemos que exaltar fenómenos deliberados por parte de varios medios de comunicación que sirven para otorgar propaganda, desprestigiar a personas sin miedo a la repercusión legal, pero no existe balance entre publicar para informar una verdad o simplemente publicar sátira para vender. Al final de cada hecho simplemente decides vos, pero en estos tiempos hay que cuidarse desde los medios de comunicación y hasta el próximo ladrón o político. ¡Nada de nervios para allá vamos Xela!