En la literatura Maya se encuentran textos que fueron escritos en castellano antiguo durante la época colonial y que narran algunas de sus tradiciones e historias vividas; para ello se trasladaron las ideas al papel con caracteres latinos. A estos escritos se les conoce como Títulos, a diferencia de los Códices mayas, los cuales fueron escritos antes de la Conquista, y en los que la escritura fue mediante glifos, los cuales no han sido aun totalmente interpretados. Entre los Códices más reconocidos se encuentran el de Dresden, el de Paris y el de Madrid (por el lugar en que actualmente se resguardan).
El Título que nos ocupa hace referencia a un hecho concreto: la solicitud de una élite de la etnia K´iché, que solicita ante el Emperador Carlos V que se reconocieran sus títulos de nobleza y especialmente el dominio de sus tierras; pero para ello debieron reconocer previamente al Emperador español como su señor.
Es a causa de este Título que se conoce sobre una genealogía de gobernantes mayas y de su descendencia considerada como “divina”, razón ésta de su nobleza. Entre otros Titulos importantes se encuentran los conocidos: el Popol Vuj, el Titulo de los Señores de Totonicapán, los Anales de los Cakchiqueles. Se asume que otra razón por la que escribieron los mayas en caracteres latinos fue para conservar su cultura.
En el presente artículo hago referencia a un Título poco conocido, el del “Ajpop Huitzitzil Tzunún, don Martín Velásquez”, quien recibe la distinción, y con ello la propiedad del territorio que hoy ocupa buena parte del Municipio de Quetzaltenango, por haber sido quien venció y erradicó del sitio a la etnia Mam en un combate que se dio poco tiempo antes de la llegada de los conquistadores españoles. Se calcula que esto ocurrió unas 4 o 5 lustros antes de la conquista, entre los años 1470-1490.
Poco antes de la llegada de Pedro de Alvarado y su ejército al sitio que hoy ocupa Quetzaltenango, los K’iche’ ya habían desalojado violentamente del sitio a los Mames. Lo anterior está descrito en el Titulo del Ajpop Huitzitzil Tzunùn de fecha 20 de Octubre de 1567.
Este Título, escrito en español “antiguo” reconoce a don Martín Velásquez como principal y “cabeza del Calpul” del territorio que hoy ocupa Quetzaltenango. En el mismo Título queda claro la llegada de Alvarado en 1524, así como la definitiva rendición de los K`iches en 1529.
En el Titulo se lee: “Ahora, en veinte días del mes de Octubre del año 1567, en este Pueblo del Espíritu Santo de Quetzaltenango de la Real Corona que se llamaba Culajà (cuando allí vivían los Mames), estando juntos los Principales, Alcalde, Gobernador y cuatro Regidores y el escribano del Cabildo y delante de todos los Principales que vinieron de Santa Cruz K`iché a atestiguar este título-probanza de Don Martín Velásquez Ajpop Huitzitzil Tzunún poseedor de esta tierra y Pueblo de Quetzaltenango, y dueño de la tierra que como Capitán ganó con su fuerza a los Mames. Quedó don Martín Velázquez como dueño y Principal de un Calpul y las nueve Parcialidades”.
Se indica también en el mismo texto que el Titulo continuará para los hijos, nietos, tataranietos y demás de sus “causantes”.
Este Título indica con claridad que el territorio que hoy ocupa la Ciudad de Quetzaltenango fue un Calpul que perteneció a don Martín Velázquez, nombrado como Ajpop Huitzitzil Tzunún.
El Calpul era un caserío constituido por varias familias patrilineales o Chinamits. Este término es sinónimo a las actuales Parcialidades que encontramos en algunos territorios del país, como en Totonicapán.
El Título del Ajpop Huitzitzil Tzunún es importante pues permite conocer varios acontecimientos históricos de Quetzaltenango a la llegada de los españoles a Guatemala. Entre ellos, y recogiendo investigaciones que sobre el Título hizo el doctor Francis Gall, anoto a continuación algunos:
– Que sí existió el K`iché Tecún Umán quien murió en el paraje Chuipach del Llano del Pinal.
– Que la primer batalla entre Pedro de Alvarado y los K`ichés ocurrió en Xetulul o Zapotitlán.
– Que Alvarado venía bien armado con artillería, lanzas, espadas etc.
– Que Alvarado siguió la ruta que conduce por la cuesta de Santa María de Jesús en Palajunoj, pasando su ejército entre el Volcán Santa María y el actual Cerro Quemado (antes Volcán Lajuj Noj, cuya explosión ocurrió en 1765). Esta es la misma ruta que utilizaron los indígenas durante centurias en su tránsito del altiplano a la costa. Interesante es también que el Titulo indica que el primer obispo de Guatemala, licenciado don Francisco Marroquín midió en 1532 el terreno para la primera iglesia de Quetzaltenango, puesta bajo la advocación del Espíritu Santo, hoy Catedral de los Altos.