Los educadores debemos preparar al estudiante para la vida y para el trabajo. ¿Preparar para la vida? Sí, que se valore a sí mismo y tenga la capacidad de relacionarse con los demás. Que comprenda su rol en la sociedad y en el universo».
Creo que el fin último de la educación debe ser: Preparar al individuo para la vida y para el trabajo. Actualmente, algunos educadores, nos preocupamos más en transmitir la teoría y no en desarrollar las capacidades, destrezas y habilidades en el estudiante. Pero, alguien puede preguntar ¿Para qué preparar mano de obra barata para las empresas? Mi respuesta es: Trabajar en una empresa privada o pública no importa, lo importante es que la persona tenga las capacidades, destrezas y habilidades para desempeñarse y gozar de un trabajo digno. Sin capacidades para desempeñarse en un trabajo digno, no puede haber una vida digna.
En nuestro país, se generan empleos tanto por el Gobierno como por las empresas privadas. Al respecto, alguien puede preguntar ¿Para qué preparar a hombres y mujeres para el trabajo? Mi respuesta es, si no desarrollamos las capacidades en nuestros estudiantes, no tendrán la capacidad de desempeñarse bien en un trabajo, y, por lo mismo, no vivirán una vida digna.
En este sentido, desde el punto de vista legal —creo— hay claridad en los principios y en los fines educativos, veamos algunos fundamentos que se encuentran en los considerandos y en algunos artículos de la Ley de Educación Nacional, Decreto 12-91, señala, “que el ser humano guatemalteco debe consolidar una sociedad justa que coadyuve en la formación de niveles de vida donde impere la igualdad, la justicia social, y la auténtica igualdad que permita la consecución del bien común”. En nuestro país ¿Existe justicia? No, por lo mismo, es importante desarrollar en los estudiantes la capacidad crítica y contextualizada. Para lograr este objetivo, en importante que —nosotros los educadores— cambiemos nuestros métodos de enseñanza aprendizaje. Llevar a la práctica lo que enseñamos.
Luego, es importante propiciar una educación en valores, pero, es importante enseñar con el ejemplo, tal como reza un dicho: La teoría convence pero el ejemplo convence. Por ejemplo, si el maestro exige puntualidad a sus estudiantes, pero, él o ella llega tarde, no tendría solvencia moral de exigir puntualidad. Luego, “que la educación debe ayudar y orientar al educando para conservar y utilizar nuestros valores, fortaleciendo nuestra identidad nacional, promoviendo la integración centroamericana y propiciar el ideal latinoamericano”. Este considerando obliga al educador a educador a educar en valores. Y, luego, “que para garantizar el proceso democrático de la educación y siendo el maestro un protagonista esencial del proceso de enseñanza aprendizaje, el Estado debe garantizar…”. “Está orientada al desarrollo y perfeccionamiento integral del ser humano a través de un proceso permanente, gradual y progresivo”. Finalmente, se define que el educador es el agente de cambio en la educación, de manera especial, en la formación de una sociedad en democracia.