Estamos a menos de 36 horas para acudir a una cita importante que Guatemala nos pide, y percibo que nos pide a gritos. El ciudadano pesimista y conformista quizá dirá si, pero es que estamos en junio tiempo de lluvia, es la misma cosa, solo promesas son, quieren robar, todos son corruptos, etc., sin embargo, truene, llueva o relampaguee, debemos y tenemos que salir a cumplir esa cita, reitero, nuestras naciones lo requieren; cuando digo naciones, es porque Guatemala es una sociedad multiétnica, pluricultural y multilingüe, es decir, convivimos pueblos indígenas maya, xinka, garífuna y por supuesto, ladinos. A manera de repaso, debemos dejar claro que, los pueblos indígenas desde siempre han sufrido una situación de desigualdad y exclusión como consecuencia del racismo y la discriminación, esta situación, se hace realidad cuando vemos y analizamos la situación social de la ciudadanía empadronado y registrada en el padrón electoral.
Por supuesto, no es de extrañar que el sistema de gobierno y sobre todo electoral está hecho o estructurado para que los de siempre -digamos las 22 familias- no pierdan su hegemonía y sobre todo sus privilegios de reyes. Entonces, alguien dirá, ¿qué caso tiene salir a votar? Pues, esa es la lucha que nuestros padres iniciaron, quitarnos el yugo de la esclavitud -ahora, en el siglo XXI, analfabetismo, desnutrición, inseguridad, enfermedad crónica, etc., todo esto, propiciado por la corrupción en todos los niveles de la administración pública, que precisamente las 22 familias, por medio de sus peones y/o trabajadores -CACIF, partidos tradicionales, partidos satélites, etc.-, trabajan y procuran incesantemente.
Más claro no puede ser, en Guatemala solo existen dos clases de partidos políticos, casi los identificamos como de derecha y de izquierda; durante los últimos 50 años, siempre ha gobernado la derecha, antes por medio de militares, ahora, civiles -al parecer, han sido más serviles los civiles que los militares-, el caos en el cual nos encontramos es y será culpa de los gobiernos de la derecha, -PAN, UNIONISTAS, VALOR, TODOS, CABAL, etc.-, en ese sentido, no hay base legal, moral menos científica para indicar que, nos iría peor si nos gobierna un partido de izquierda, o cuando algún personaje analfabeto político dice, estaríamos peor que Venezuela, Nicaragua o Cuba, pregunto, ¿y en qué época, Guatemala fue gobernada por la izquierda o por un partido con ideología social demócrata, socialista o comunista?
Está claro que la ciudadanía ya se harto de tanta robadera y de tanto cinismo de la clase política, entonces debemos actuar de manera diferente para esperar cosas diferentes. A mi entender, debemos poner nuestra atención en los partidos y en las personas que irán a representarnos en el Congreso de la República -diputados-, porque precisamente en ese recinto, estará representado el poder soberano del pueblo. No elijamos a gente deshonesta, mentirosa, aprovechada, es más, ya no reelijamos -con algunas rarísimas excepciones-, ya vimos que no dieron la talla, que no respondieron a los intereses del pueblo y, sobre todo, aparecieron en nuestras comunidades después de tres años, regalando, tinacos, pilas de cemento, etc., no, por amor de Dios, por amor propio y por amor a nuestras futuras generaciones, no votemos por los mismos.
En las últimas semanas la gente de los partidos satélites -PODEMOS, PROSPERIDAD CIUDADANA, entre otros-, han estado pidiendo el voto nulo, porque según ellos, los partidos de derecha no los representan, en ese sentido, debemos ser cautos e inteligentes y no caer en ese juego y pleito sucio. Por supuesto que, el TSE ha hecho un trabajo sesgado e incluso ha puesto en peligro la institucionalidad del país, al dejar participar a unos y no dejar participar a otros, pero, a eso de pedir el voto nulo y así repetir las elecciones para beneficio de la población hay una diferencia abismal y se traduce en una demagogia. La LEPP es clara en sus artículos 203 BIS y 210, el voto nulo no favorece en lo absoluto a la población más desposeída del país, es un capricho más de los partidos de derecha.
De alguna manera pudimos haber visto, oído y leído los programas y agendas de trabajo de cada candidato, pues, toca elegir con responsabilidad y sabiduría a la persona a quien le daremos nuestra confianza y nuestro poder para que pueda ejercerla ya sea en el ejecutivo o en el legislativo, también en la corporación municipal. “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.