Antes de embarcarte en el viaje de la venganza, cava dos tumbas.
Al finalizar la segunda guerra mundial, se entrevistó a ambos bandos, y cada uno mencionó que el otro ejércitohabía hecho actos más crueles que ellos. Uno y otro bandodecían: “No fuimos tan malos como ellos”. Y ese fenómeno sigue pasando hoy en día.
Tanto en la relación de pareja, como de niños en la escuela, como de compañeros en el trabajo, se dan pequeñas venganzas, que consisten en golpecitos principalmente verbales o no verbales, que intentan hacer sentir mal al otro. Un desquite considerado pequeño, y también considerado bien justificado.
Normalmente son silencios incómodos, retrasos en respuestas, poca colaboración, mención de escenas que se sabe que molestarán al otro. Llegan a ser tan sutiles que resulta muy fácil librarse de hacerse responsable. Pero van dejando huella en los sentimientos de la otra persona, quien también tiende a vengarse. Y el ciclo continúa.
Recuerde cuando usted era niño y jugaba a los almohadazos. Comenzaba el juego con pequeños golpecitos y cada vez iba subiendo la fuerza hasta querer buscar algo que golpeara más fuerte. Estos pequeños golpes pueden llegar a crecer tanto que se convierten en grandes golpes. Lo bueno era que nos deteníamos y ambos dejábamos pasar la idea de injusticia, de que el otro había ganado y ya no quedaban saldos.
Cuando nos vengamos creemos principalmente entres cosas: Uno, que se debe hacer justicia. Dos, que nos debemos defender, que no debemos dejarnos para evitar futuros ataques, la autoestima está en juego. Y tres, que hay regodeo ante el sufrimiento del otro. Por eso un dicho dice: “La venganza es dulce, y no engorda”.
La venganza es instintiva, infantil, primitiva. En el mundo hay violencia a diario, y aún no podemos prescindir de ella. Hay personas, grupos y naciones que se defienden con violencia armada, ante otras que les atacan, cada uno justificando que no fue quien dio el primerogolpecito.
El que cada uno de nosotros esté consciente de eseimpulso; el usar la razón ante los beneficios y daños del uso de la violencia en cada situación; el que nos detengamosante la satisfacción del regodeo; hará que evolucionemos.
Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “Hayheridas, que en lugar de abrirnos la piel, nos abren los ojos”.
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental para la familia, la pareja y el niño. <strong>YouTube:</strong> Mil tips de Salud Mental y Escalón Infantil <strong>Facebook:</strong> Oswaldo Soto Psicólogo