La población guatemalteca -según expertos- es conservadora, es decir, muy religiosa, muy apegada a los principios morales, inclusive, dicen las estadísticas que, el 48% profesan la religión católica, apostólica y romana, el 47% profesa la religión evangélica y el resto, profesan otras religiones, en ese sentido, el 95% cree que Dios es uno y trino -unidad conformada por tres personas divinas relacionadas entre sí: Padre, Hijo y Espíritu Santo-. Muy bien, hasta ahí creo que estamos bien. Estimado y respetado lector, usted de casualidad se ha preguntado alguna vez, ¿por qué oímos, leemos y vemos tanto desmadre -coloquialmente hablando- en la administración de la cosa pública -tres organismos del Estado- pero, al mismo tiempo, vemos al 95% de la población asistir religiosamente a sus actividades? Misas, cultos, ayunos, vigilias, artistas cristianos, celebraciones en honor al Santo o Santa x, en fin, un desborde de religiosidad, pero, luego, luego, cada quién vive como se le pega la gana, sin importar el cumplimiento del segundo y gran mandamiento: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Mateo 22:39. O, ¿acaso, los que están haciendo un desmadre al país -pacto de corruptos y cía.-, son todos ateos?
Como muestra un botón, fue una vergüenza ver y escuchar a los diputados oficialistas -vamos, une, todos, valor, cabal, así con minúscula- comportarse sin decoro, sin dignidad ni respeto, el día miércoles 30 de los corrientes al tomar la decisión de declarar como independientes a los siete diputados del partido Movimiento SEMILLA, sin ningún fundamento legal, cumpliendo los caprichos diabólicos del pacto de corruptos -reitero, todos religiosos, casi todos, se dan golpes de pecho los domingos y otros van al culto dos o tres veces a la semana. Qué cinismo, qué religiosidad, lobos vestidos de ovejas, “fariseos, sepulcros blanqueados, relucientes por fuera, pero llenos de podredumbre repugnante y vomitiva en su interior.” -Justo Fernández López-.
Por otro lado, con fundamento en el artículo 35 de la CPRG y artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, me permito escribirle a usted Consuelo Porras, Fiscal General y Jefe del Ministerio Público, para pedirle lo siguiente: El pueblo -2.4 millones- ya decidió quién le va a gobernar, quien va a representarle en el Organismo Ejecutivo. Tenga un poco de dignidad, hago mías las palabras de EUCLIDES KILÔ ARDILA, “quiérase un poquito, acéptese, respétese y ámese. Los guatemaltecos -no perfectos, pero que luchamos día a día para ser correctos- sabemos de su falsedad y administración corrupta, la comunidad internacional también ya se dio cuenta de su propósito y afán de quedar bien con el pacto de corruptos, los hermanos migrantes, los que se fueron del país por culpa de malos funcionarios como usted, los que enviaron más de 145 mil millones de quetzales en remesas el año pasado, los que están sosteniendo económicamente al país, también ya se hartaron de sus acciones al servicio de la corrupción, todos, campesinos, estudiantes, obreros, ex presidentes de colegios profesionales, dirigentes de pueblos indígenas -48 Cantones-, migrantes, periodistas y ex jueces y ex fiscales en el exilio, pedimos y exigimos su renuncia al cargo.
Bajo los mismos fundamentos legales, también le escribo a usted Rafael Curruchiche, no siga socavando nuestra débil y paupérrima democracia, no siga jugando a investigador, el pacto de corruptos lo dejará solo cuando ya no les es útil. Tome en cuenta que, no hay mal que dure cien años ni enfermo que lo soporte, usted, tarde o temprano tendrá que ir a EEUU, no precisamente a visitar Disneyland, sino por requerimiento de algún juzgado federal por actos corruptos y antidemocráticos, por obstruir las investigaciones de actos de corrupción, según el Departamento de Estado de los Estados Unidos; ¡usted está incluido en la Lista Engel!
¡POR ESO, NOS URGE MENOS RELIGIÓN MÁS ESPIRITUALIDAD!
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.