Venturoso año nuevo. Que el año nuevo, nos traiga paz, alegría, amor y salud. Que el año nuevo 2023, todo sea diferente. Esto y muchas cosas exclamamos en los últimos días del mes de diciembre. Es bueno desear lo mejor al familiar, al vecino, incluso a la persona que no nos cae muy bien que digamos, pero, será el año, o, serán nuestras acciones. Bueno, como decía mi abuelita, cada cabeza es un mundo.
Antes de empezar el año nuevo, es importante evaluar lo que nos propusimos el año que estamos terminando, no importa si usted es empresario, micro empresario, prestador de servicio técnico, burócrata, profesional dependiente o independiente, etc., toda actividad debe ser evaluada, el Sr. Peter Drucke, sentencia la siguiente frase “Lo que no se mide, no se controla, y lo que no se controla, no se puede mejorar”. Con su permiso, comparto algo personal. Empecé haciéndolo solo, pero, desde hace más de 25 años involucro a mi familia, el último día del año, evaluamos lo positivo y negativo que nos pasó o nos pudo haber pasado en el año, después de reflexionar al respecto, alzamos la mirada al cielo y agradecemos a Dios por la vida y por todo lo bueno y también por las experiencias malas que nos pasó -acordémonos que, no hay mal que por bien no venga-. El siguiente paso, fijar metas, objetivos -largo, mediano y corto plazo-, estar susceptibles a los cambios, sobre todo los tecnológicos, he aprendido mucho, y lo más importante es, no tener miedo al cambio.
El año podrá ser nuevo, nuevo de paquete, pero, si no tenemos propósitos, metas, objetivos y sobre todo, si no estamos dispuestos a realizar cambios para mejorar, vendrán y pasarán uno, dos, cinco y tantos años, y nosotros solo veremos el paso de los vencedores que sí se prepararon para enfrentar los desafíos del día a día. No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo, lo señaló correctamente el Sr. Albert Eistein. Entonces, no es el año el que nos trae cosas buenas o malas, de usted y yo, dependerán los resultados.
Empecemos por hacer cambios prácticos, sencillos y que mejore nuestra calidad de vida; el estrés, bendita enfermedad del siglo 21. Si no se quiere estresar dentro del tráfico -conduciendo un vehículo o dentro de un bus colectivo-, por favor, levántese media hora antes, es decir, si en el año viejo se levantaba a las 6 AM, ahora en el año nuevo, debe hacerlo a las 5:30 AM, porque, el parque vehicular está aumentando considerablemente y las calles, siguen con la misma dimensión, es más, los baches, túmulos están incrementándose, haciendo más lenta la circulación vehicular. No le eche la culpa al piloto del autobús, es usted el que tiene que “cambiar” de estrategia. Piloto de motocicleta, por lo más sagrado que usted tiene, por favor, no rebase del lado derecho, no maneje con excesiva velocidad, usted lleva el 105% las de perder si llegara a sufrir un accidente.
Los procesos administrativos gubernamentales, difícilmente cambiaran en el año 2023, es decir, serán engorrosos, lentos, injustos, etc., cada vez, las dudas o consultas que realizamos vía telefónica, nos contesta una máquina y casi siempre, nos deja esperando 5 o 10 minutos; para nosotros el tiempo perdido lo debemos pagar -minutos menos en nuestra cuenta de post o prepago telefónico-, para ellos, el tiempo es ganancia, porque, simple y sencillamente nos abruman o nos obligan a escuchar su publicidad. En ese sentido, debemos hacer cambios y responsabilizarnos aún más, con nuestras obligaciones fiscales, legales, laborales, bancarias y servicios básicos -luz, teléfono, tarjeta de crédito, etc.-
Año 2023, año de cancioncitas, promesas, risas forzadas, abrazos y saludos fingidos, tiempo de recibir láminas, block, comida, colocación de primera piedra de tal proyecto, inauguración de primera fase de construcción de 10 metros de pavimentación. Qué debemos hacer, cambiar de estrategia, es decir, leer, analizar, investigar, preguntar, googlear, mensajear, para conocer más de estos personajes que, no tardarán en visitarnos, presencial o virtualmente. A los que ya conocemos, simple y sencillamente debemos bloquearlos. «La vida empieza cada cinco minutos» Andreu Buenafuente, cómico.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.