Es la verdad, nuestra lucha, no es contra cualquier cosa, es contra un sistema que ha estado ahí desde que hace cientos de años –casi, inmediatamente después que los invasores lograron su objetivo, someter a su víctima-, no quiero entrar en detalles sobre el tema de la “conquista”, más bien, debemos meditar, reflexionar, sobre el camino áspero, rocoso, empinado, incluso, resbaladizo que debemos transitar para lograr nuestro objetivo: Una mejor calidad de vida.
Parafraseando lo que relata las sagradas escrituras –biblia-, cuando Pablo de Tarso estando preso, le escribió al pueblo de Éfeso diciéndoles “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” Efesios capítulo 6, versículo 12. No quiero pecar de teólogo ni mucho menos, solamente quiero resaltar el valor, el ímpetu, la decisión, la entrega, la personalidad y la gallardía de Pablo de Tarso, hacia lo que quería ser, su objetivo, ser un hombre de bien, mayordomo honesto, fiel a sus principios, incluso en la adversidad.
Pues sí, hoy por hoy, la adversidad pareciera arreciar contra los más desposeídos, pareciera que, no vemos la luz al final del túnel. Los principados, las potestades y los gobernadores de las tinieblas no ceden un centímetro. El jefe de esas potestades no quiere entender razones, está oyendo y viendo que el pueblo está gimiendo por tanta desesperación, no hay un solo estrato social que manifieste su aprobación hacia la administración de la cosa pública, todos, están pidiendo a gritos, un nuevo amanecer, donde el sol de justicia resplandezca y el pueblo pueda vivir con justicia y equidad. Pero esta claro, nuestra lucha, no es contra cualquier cosa.
Es inaudito pensar que, la Jefa del Ministerio Público -ente que tiene como misión, promover la persecución penal, dirigir la investigación de los delitos de acción pública y velar por el estricto cumplimiento de las leyes del país-, sea precisamente la persona que obstaculiza el buen desempeño de dicha institución. Es doblemente inaudito, que la persona con más ahínco y lealtad a su trabajo, la persona que está poniendo todo su empeño para que el brazo de la justicia alcance al más vil criminal, para beneficio de la población, sea precisamente esa persona –Lic. Juan Francisco Sandoval-, la más perseguida dentro de su misma institución de trabajo. Es inexplicable, es simple y llanamente inmoral la decisión atroz de la señora Consuelo Porras, al contratar los servicios “profesionales” de la asesora del que quiso quedarse con más de 122 millones de quetzales de nuestros impuestos, para “investigar” al verdugo de su patrón –José Benito-. Por eso digo, nuestra lucha, no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra el dueño de las tinieblas.
Lo dijimos hace unas semanas, el problema no es el presupuesto, el problema es el sistema perverso que no permite avanzar hacia una vida medianamente humana, que no permite que dejemos las casas de cartón, porque con soberbia, el sistema tapiza con láminas de zinc, la guarida de las hienas. Hablando de diputados, les tenemos que pagar en estos días, más de 4.6 millones de quetzales por concepto de aguinaldo y otras prestaciones por su “buen trabajo” en contra de la población.
Nos queda mucho camino por recorrer, reitero, no es camino llano, no es camino ancho. El sistema, el gobierno y la estructura actual del Estado, ya no da para más, no lo digo yo, lo reconocen incluso, los tanques de pensamiento. Urge un nuevo Estado, y para ello, el primer paso impostergable es, la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente y así, estaremos representados usted y yo.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.