Al ojo del amo, engorda el ganado.
Los niños que presentan el trastorno negativista desafiante, necesitan de un cuidador atento que evite que ellos se salgan con la suya cuando hacen trampa. Para que se den cuenta que obedeciendo las normas les traerá mejores beneficios para sí y para los demás, una mejor adaptación social. Generando así conciencia social.
Si se les abandona, si se les permite, entonces ellos prueban inicialmente en forma de juego llevarle la contraria a las normas en los juegos, en la casa y en la escuela. Si obtienen beneficios desafiando las normas, será un premio para ellos que reforzará la conducta. Esta es una batalla que el cuidador tiene que ganar. Al ojo del padre se forman bien los hijos.
Las características principales de los niños desafiantes es su inconsciencia y su comodidad. Quieren hacer lo que les gusta y no quieren hacer lo que no les gusta. Desean salir librados de las responsabilidades. Piensan que los demás están para servirles y les importa muy poco el malestar de los demás.
Una buena manera de corregirles es la exclusión social por comportamiento abusivo. Observe esta escena. Cinco niños están jugando el piso con dados y corriendo piezas sobre casillas en un tablero, y Juanito se salta las reglas, tomas los dados cuando no es su turno y evita que los otros niños ganen casillas. Entonces la madre saca a Juanito del juego y le dice: Siéntate aquí por diez minutos porque le faltaste el respeto a los otros niños.
A los diez minutos exactos la madre le dice a Juanito: “Vas a regresar a jugar, y vas a respetar”. Entonces regresa a jugar y vuelve portarse abusivo, la madre le vuelve a sacar diciéndole lo mismo y le permite regresar al juego cuando se cumplen los otros diez minutos. Pero vuelve a transgredir, entonces ahora la madre le dice con firmeza: “Mañana podrás volver a jugar con los niños y respetarás”.
Si ya mayorcito el niño desafía a maestros o autoridades, entonces los padres empoderarán a las autoridades y desempoderarán al niño… con preguntas como: “¿Quién manda en casa?” ¿Quién manda en la escuela?” Haciendo que obedezca instrucciones que traen beneficio. Pueden jugar a obedecer órdenes razonables y desobedecer órdenes irracionales. La idea central es que se percate que obedecer medidas razonales le contrae beneficio.
Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “Somos libres de nuestros actos, pero presos de nuestras consecuencias”.
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental para la familia, la pareja y el niño. <strong>YouTube:</strong> Mil tips de Salud Mental y Escalón Infantil <strong>Facebook:</strong> Oswaldo Soto Psicólogo