Tropezarse varias veces con la misma piedra, ya no es simple distracción; eso tiene otro calificativo que se puede suponer y que no hace falta mencionarlo. A partir de enero del 2019 en que legalmente principian a agitarse las aguas del próximo proceso electoral, podremos ir pensando e ir madurando detenida y conscientemente, por quien o quienes nos inclinaremos para contribuir con nuestro voto, a seleccionar y elegir a las personas que habrán de integrar el nuevo gobierno: el nuevo gobierno que necesita el país para reivindicarlo de las deudas que económica, política y socialmente, le han heredado y se siguen acumulando.
Dicho políticamente, sería ser ciego, sordo y/o mudo, para ignorar la crisis que, aunque oficiosa y oficialmente se pretenda negar es tan clara, obvia y evidente, como redundante resulta suponer quienes son los responsables de este desastre. A las cosas, hay que llamarlas por su nombre. Para tomar una decisión en el próximo proceso electoral, obviamente, tenemos que orientar nuestra atención, hacia las administraciones que le han antecedido a la actual y evaluar también, a esta última; los resultados sirven para que la historia las juzgue o habrá de juzgar. En cuanto a las dos anteriores a la actual, están pagando los platos que rompieron durante su gestión y, respecto a la actual, los resultados están a la vista y son avalados por los señalamientos, críticas y otros etcéteras que a diario encontramos: en los medios de comunicación y los comentarios en foros, parques, restaurantes y hasta en las peluquerías, cantinas y los mercados del país.
Vale la pena y es hasta una obligación moral y ciudadana, evaluar serena, cuidadosa y responsablemente, el desempeño de la actual administración en los tres poderes del Estado y en función de ello, reconocer sus aciertos y desaciertos; al comparar lo positivo con lo negativo, obtendremos los parámetros que nos permitirán, por el bien de Guatemala y, en su momento, tomar la mejor o peor decisión e inclinarnos por el cambio que necesitamos o seguir cosechando más de lo mismo con el fomento de la corrupción e impunidad que, desafortunadamente, siguen a la orden del día sin que se visualice la posibilidad de que los responsables de este mal crónico, den señales de querer corregirlo por el bien de Guatemala y en atención al clamor y reclamo popular que también está a la orden del día.
Es mucho lo que se ha señalado y cuestionado a los tres poderes del Estado y los cambios de funcionarios registrados durante los tres años que lleva la actual administración; sería inútil, redundante y por la forma en que el oficialismo lo ignora, hasta oficioso insistir en ello y esto, por donde quiera que lo abordemos, es aplicable a nivel nacional, departamental, y municipal. Si a los principales funcionarios que se desempeñan en estos tres niveles les desagrada esta percepción y/o piensan lo contrario, solo hay que recordarles la frase atribuida a Jesús cuando una multitud, apedreaba a una pecadora: “quien se encuentre libre de pecado, que lance la primera piedra”. Todo esto no impide que, para concluir, cerremos con una triple reflexión, de buena fé: 1). Hechas las honrosas excepciones, sobre el pacto de corruptos que, al amparo del cargo, siguen deshonrando a Guatemala, insistir en el daño que, con sus acciones, hacen al país y Guatemala, merece quererlo y honrarlo. 2). Sugerirle al Sr. Presidente lea sus discursos y no improvise para no cometer los lapsus que se le atribuyen en sus intervenciones ante presidentes y altos personajes internacionales y dirigentes empresariales en las XXVI Cumbre y XII Encuentro Ibero Americano realizados en Antigua al decir que el Ministerio de Economía, es el encargado de la economía y asuntos empresariales (OBVIO Y REDUNDANTE); destacar que vendió plátanos en un mercado y otros autoelogios: los autoelogios, causan una pésima impresión en eventos de esa magnitud y 3). A la Sra. Fiscal, recordarle que provoca sospechas, el ignorar los mandatos de la Corte de Constitucionalidad.
Soy un profesional comprometido con la transparencia, la crítica y la propuesta, e identificado con los problemas sociales; los intereses y necesidades de los de a pie. / lufesaldy@hotmail.com