No cabe la menor duda, en el gobierno de Jimmy Morales las personas que están al frente de los ministerios, direcciones, etc., casi la mayoría son nefastas, no éticas, abusivas, prepotentes, no aptas y son la causa de la debacle del Gobierno, pero, ellas están ahí porque precisamente son el complemento de la cabeza —Jimmy Morales—.
La actitud del Sr. Carlos Soto —ministro de Salud Pública y Asistencia Social— ante la necesidad planteada por el gremio de médicos que laboran en dicho ministerio deja mucho que desear; gritar, “usted mejor dedíquese a sacar muelas” o “vinieron a romper puertas del Ministerio, gritaron consignas que parecieran más desestabilizadoras del país que una lucha por la dignificación salarial”, definitivamente se denota la falta de capacidad para manejar y/o administrar momentos de crisis.
La demanda de los médicos es clara y concisa: Incremento salarial —pago digno—, estabilidad laboral, es decir, que todos los renglones temporales —182, 189 y 029— pasen al reglón 011, y la aprobación de la ley de la carrera administrativa del profesional que labora en el Ministerio de Salud.
Es inaudito que un conserje del “honorable congreso de la república” —así, con minúscula—, gane más de Q 16,000 al mes, el encargado del presupuesto devenga más de Q 60,000 mensuales, mientras que hay médicos ganando Q 3,700.00 mensuales. Los conserjes y trabajadores del honorable congreso entran a las 8 AM y salen a las 4 PM; según el evento de Guatecompras 8196885, en uniformes el congreso gastó en 2017 Q 3,733,000.00, y en este año fueron Q 3,108,472.00,
Los médicos residentes —médicos graduados, estudiando una especialidad— se clasifican como R1, R2, R3 y R4 —hasta cuatro años dependiendo de su especialización—. Ellos tienen un salario de Q 3,700.00, su jornada laboral empieza a las 5 de la mañana y finaliza en teoría a las 4 de la tarde, sin embargo, no pueden ausentarse si el paciente aún está inestable, dentro de la misma jornada laboral, deben recibir clases. Cada cuatro días deben hacer turnos que casi superan las 36 horas; además, debido a la falta de personal, el trabajo se sobrecarga y las unidades están casi siempre colapsadas. Otra realidad de los médicos residentes es que, no tienen un lugar digno para ingerir sus alimentos, menos para descansar una hora cuando están de turno, en el mejor de los casos, lo hacen en una camilla o silla, pero casi siempre en el piso. En el caso de los médicos residentes del Hospital General San Juan de Dios de Quezaltenango, tienen que viajar a la capital a cobrar su sueldo, debido a que el sistema anacrónico del Ministerio no permite que se les pague en su sede de trabajo o, en el mejor de los casos, que se les deposite en una cuenta bancaria, tal y como se le hace a todo trabajador del Estado, aparte de ello, los sueldos se pagan con tres o cuatro meses de atraso.
La Organización Mundial de la Salud indica que en el área de pediatría debe existir una distancia de tres metros entre cuna y cuna, sin embargo, en Quetzaltenango podemos ver, en dicha área, las “cunas” una tras otra, casi es muy común ver dos bebes en una misma cuna, y un solo médico residente atendiéndolos, imagínese respetable lector, la gran responsabilidad de ese médico residente. Pregunto: ¿Es eso justo, señor ministro Soto? ¿Viajaría usted 400 kilómetros para recibir Q 3,700.00, y además, esperaría usted tres o cuatro meses para recibir su salario?
Ministro Soto, no sea patán, usted también es médico, el dinero no es suyo, usted solo es un administrador de nuestro dinero, no pisotee su profesión, exija a Jimmy Morales y al ministro de Finanzas que dejen de pagar altos salarios a los “empleados” del Congreso de la República; por Dios, dignifique a los médicos.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.