En 1968, el Congreso de la República, a través del Decreto 1794, declaró el 10 de mayo de cada año, el Día de la Madre. Este decreto establece que las madres trabajadoras al servicio del Estado o de empresas particulares, deben gozar de asueto con goce de salario. Espero no se les olvide a los dueños y administradores de empresas públicas y privadas.
Al mismo tiempo, este es un día especial para agradecerles a todas las madres su entrega y dedicación al cuidado de sus hijos. Es un día importante para todas aquellas madres que, desde que supieron que estaban embarazadas, se alegraron muchísimo por esa nueva vida que había comenzado a gestarse dentro de su vientre.
El 10 de mayo es un día especial para todas aquellas madres que, desde el vientre materno, acompañaron a sus hijos, para que estos hoy en día estén bien. Hay madres que desde que se enteraron de que estaban embarazadas, se llenaron de alegría y júbilo, y se privaron de muchas cosas, con tal de darle lo mejor a esa nueva vida que estaba en desarrollo dentro de su vientre. Esas madres que hicieron hasta lo imposible para darle vida a esa vida pequeña dentro de su vientre, merecen lo mejor de la vida.
Su rol de madres en el seno del hogar y de la sociedad en general es clave. Ustedes fueron el primer contacto directo de sus hijos. Hijos e hijas, somos lo que somos, gracias a ese amor que ustedes nos dieron desde que estábamos en su vientre. La seguridad personal y la buena estima que podamos tener, se las debemos a ustedes. Sin ustedes no fuéramos lo que somos. Somos un reflejo de ustedes. Pero fueron ustedes nuestro primer amor. Si su primer amor está viva, ámela; si su primer amor, está muerta, eleve una oración al cielo por su eterno descanso.
Todos los días, pero especialmente este día, deben sentirse satisfechas por el amor que han sembrado en sus hijos. Los hijos son como los dedos de las manos. No todos son iguales. No todos salen bien. Algunos hijos, cuando ya tienen uso de razón (7 años en adelante), a veces eligen caminos que ustedes nos les enseñaron; pero esas decisiones ya no son culpa de ustedes. Cada hijo es libre de elegir el modo de vida que quiera. Por lo que no sufran demasiado cuando un hijo o una hija se porte mal. No se echen la culpa.
Su papel de madres es determinante. Yo siempre digo, que si en un futuro no muy lejano, queremos familias más íntegras y una sociedad más justa, son ustedes las primeras responsables de educar con excelencia a sus hijos. Y la mejor manera de educar a un hijo es a través del amor, un amor asertivo. No sobreprotejan demasiado a sus hijos. No les den amor en exceso. El exceso de amor, forma hijos e hijas inseguros. Tampoco sean tan agresivas y violentas con ellos. Busquen un sano equilibrio. Es decir, cuanto tengan que amarlos, ámenlos; cuando tengan que corregir, corríjanlos.
Ese amor maternal deben llevarlo a las empresas, a los negocios, al deporte, a la política, etc. Su testimonio de vida, en esos espacios públicos, creará instituciones públicas y privadas más humanas. Que Dios les bendiga hoy, mañana y siempre. ¡Felicidades en su día!
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.