Me gusta andar, pero no sigo el camino, pues lo seguro ya no tiene misterio.
Es bello probar nuevos caminos, hacer cosas de forma distinta, probar nuevos platillos, estudiar disciplinas diferentes, cambiar los pensamientos, establecer diferentes hábitos, platicar de cosas distintas en la sobremesa. Estar abierto a nuevas experiencias es atreverse a fracasar, a pagar gustosamente el nuevo estilo, con sus consecuencias, es correr el riesgo gustosamente.
Tener apertura a experimentar consiste en ser un curioso explorador, atento y vigilante, dándole un sí adelantado a lo que pueda venir. Esto hace que vuele la creatividad, la imaginación y la alegría. Sensible a la belleza y complejidad de lo ordinario, apreciándolo como extraordinario.
Esta actitud obliga a adaptarse a los cambios de forma rápida, a soltar las viejas rutinas, a recibir con agrado lo diferente, lo que no está en lugar acostumbrado, a desprenderse y dejar ir, pues nada es constante. Dándose cuenta así que lo permanencia es la impermanencia.
Al dejar atrás esa cerrazón y pasamos al camino del progreso, a la actualización, a la renovación de ideas. Nos atrevemos a soñar. Por supuesto que nos puede ir aparentemente mal… como lo no deseado, pero eso es bueno. De los errores se aprende más que de los aciertos, pero quizás no sean errores. Además, al ser responsables por las decisiones tomadas, adquirimos mayor seguridad.
Cuando nos comportamos tradicionalistas, sentimos momentánea seguridad, en lo viejo conocido. Nos brinda comodidad, pero nos atrofia los músculos, la mente y el ánimo. Nos da miedo salir de la zona de confort, sin embargo, cuando hemos dado ya unos pasos, la aprensión se convierte en emoción, entonces estamos ya en la zona de crecimiento.
Así es que hoy, lo que nos ofrezca la vida, decidamos curiosamente por lo nuevo, prefiriendo la variedad y soltando la exclusividad. Atrevámonos a explorar que, aunque no sea mejor, resulta ser diferente. Más que tierra desconocida es… tierra prometida. Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “Jamás he ido a lo seguro”.
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental para la familia, la pareja y el niño. <strong>YouTube:</strong> Mil tips de Salud Mental y Escalón Infantil <strong>Facebook:</strong> Oswaldo Soto Psicólogo