La vida es el don más maravilloso que Dios ha dado al ser humano. El santo Hermano Pedro decía, “acuérdense hermanos que un alma tenemos y si la perdemos no la recobramos”. Parafraseando esta idea, yo diría que la vida debe ser vivida en plenitud y con coraje, independientemente de los obstáculos que se encuentren en el camino de la misma.
Una cosa es que de vez en cuando uno se sienta triste por las cruces que libremente ha elegido cargar; otra, que se sienta frustrado y amargado por las consecuencias de las malas decisiones tomadas. Lo cierto es que la vida hay que vivirla al máximo. La vida es única, y por lo tanto no podemos estar viviendo en el pasado, lamentándonos por lo que nunca se hizo.
El único tiempo del que dispone para perdonar y para amar es hoy. No espere amar mañana, porque no existe. Hoy tiene la oportunidad de expresar lo que siente. Tampoco es sano vivir pensando en el ayer, porque el ayer ya pasó a ser parte del libro de mi vida. Disfrute hoy, ame hoy y exprese lo que siente, hoy.
Hay quienes creen que han nacido para sufrir y se quejan siempre de la misma. Se quejan de la pareja que nunca tuvieron, de la carrera que nunca terminaron. Son como las vacas, siempre rumiando la comida asimilada durante el día. Lo que no fue nunca será. Pero yo le digo que la vida es un constante presente, la vida es una expresión de amor constante en el trabajo, en la universidad y cualquier espacio de la sociedad actual.
No sufra por la pareja que le abandonó, no sufra por lo que quiso y nunca fue. No es justo sufrir por quien no vale la pena. No ruegue a nadie, porque quien quiere amarle, le amará; quien no quiera amarle, ni porque resucite un muerto entenderá la magnitud de su amor. Es justo sí, tomar la decisión de levantarse y dejar esa agua sucia que ha bebido por muchos años. Usted no ha nacido para sufrir y para vivir lamentándose siempre. Usted ha nacido para amar y ser feliz. Decida ser feliz y sea feliz con lo que tiene.
La vida es corta, por lo tanto viva este momento como si fuera el primero, el único y el último. Perdone, exprese sus sentimientos, no tenga miedo de expresar sus sentimientos. Hoy es el día para expresar un “te quiero”, “te amo”, “te extraño”, “me haces falta”, “te necesito”; hoy es el tiempo para regalar un ramo de flores, hoy es el día para tomar de la mano al ser amado, hoy es el día para expresar mi amor a través de una abrazo y un beso. El mañana no existe. No haga mañana lo que hoy puede hacer, no “sienta” en el pasado y en el futuro, “sienta y exista hoy”.
La vida es disfrutar los abrazos, besos y caricias de su pareja, hijos, hermanas, papás y amigos. No se quede con la intención de expresar lo que siente. Exprese su afecto con un te quiero, te extraño, te amo. Ame sin medida, ame hasta el extremo; el amor es el condimento más rico en nuestras relaciones interpersonales. Qué delicioso es vivir para amar y amar para vivir. El amor da vida, el amor transforma.
Académicamente busque la excelencia y la formación permanente. Familiarmente, no juzgue a sus padres o hermanos, porque de eso se encarga Dios. Al contrario, disfrútelos. Espiritualmente busque y encuéntrese con Dios. Laboralmente, disfrute el trabajo que tiene; siempre busque un trabajo en el que se sienta realizado. Existencialmente pregúntese ¿Quién soy yo? ¿Quién aparento ser? Desperdicie su existencia para dar sin esperar nada a cambio, amar sin ser amado, perdonar sin ser perdonado. La vida es amor, perdón, sacrificio, esfuerzo, alegría, felicidad, humildad, comprensión, obediencia, pobreza, justicia, solidaridad, etc. ¡Disfrútela! Haga las decisiones que tenga que hacer.
Le recomiendo que cuando esté viviendo situaciones complejas se tome de la mano de Dios; Él ha prometido estar con cada uno todos los días hasta el fin de la vida. Dios bendiga a todas aquellas personas que ha puesto en nuestras vidas para amarlas sin medida. Que ese amor siga creciendo y fortaleciéndose cada día más.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.