ATRÉVETE
“La ociosidad es enemiga del alma” (San Benito). Las personas que no tienen mayor cosa qué hacer, inventan cosas y están muy propensas a ser atacadas por sus vicios personales. En una mente ocupada es difícil que el demonio entre. Por eso en psicología una de las terapias a utilizar con algunos pacientes es la terapia ocupacional. Es importante mantener la mente ocupada, porque la ociosidad es una buena aliada de la depresión y de los malos hábitos.
El trabajo es un valor esencial para hombres y mujeres de todas las edades. No importa el tipo de trabajo que se tenga, lo que importa es que se esté ocupado en algo, y que ese “algo” se disfrute y se haga bien. Porque no se vale vivir quejándose siempre del trabajo. Cuando se está en un trabajo que no se disfruta, lo mejor es buscar otro diferente.
Ahora bien, no es suficiente con estar ocupado; se requiere que esa ocupación satisfaga algunas necesidades personales. Según Yepes Stork & Aranguren Echevarría, (2006) el fin del trabajo es obtener aquello que se necesita, porque las necesidades humanas no son solo biológicas, sino también culturales, educativas, familiares, etc.: todo aquello que el hombre y la mujer se proponen alcanzar se acaba convirtiendo en una necesidad. El trabajo organiza y transforma el medio natural en el cual el hombre vive. El hombre, trabajando, se perfecciona a sí mismo, adquiere nuevos hábitos, hace nuevos descubrimientos.
“El que no quiera trabajar, que no coma. Algunos de ustedes viven como holgazanes, sin hacer nada, y, además, entrometiéndose en todo. Les suplicamos a estos tales y les ordenamos, que se pongan a trabajar en paz para ganarse con sus propias manos la comida”, (2 Tes 3,7-12). Como ve, haraganes siempre ha habido.
Pablo menciona un efecto negativo de la holgazanería: El chisme. Los que no hacían nada en Tesalónica vivían metiéndose en lo que nos les importaba. De ahí la súplica de Pablo: Pónganse a trabajar. La lengua es un órgano muy útil para comunicarnos, y nos permite crecer como personas; pero también es un órgano destructor de familias, amistades y empresas. No sé si conozca a personas “haraganas”. Se levantan tarde y se acuestan temprano. ¡Qué vida tan aburrida! Las 24 horas del día deben dividirse en: trabajo, diversión y descanso.
¿Cuáles son las manifestaciones perezosas más comunes? ¿Académica? ¿Espiritual? ¿Laboral? En cuanto a la pereza académica, es triste ver a tanto estudiante perezoso en las aulas; siempre están sin ganas de leer, prestar atención, escribir y participar. La pereza espiritual está muy de moda también, puesto que siempre se tiene una excusa para no participar en las actividades religiosas de mi Iglesia. Finalmente, está la pereza laboral. Los perezosos labores no atienden bien a los clientes, no tienen iniciativa, se quejan que tienen demasiado qué hacer, y son muy buenos para juzgar a sus compañeros.
Para quienes tenemos la dicha de tener un trabajo, y nos sentimos a gusto haciéndolo, agradezcámosle a Dios esa oportunidad; porque hay miles de guatemaltecos que no encuentran trabajo en ninguna empresa. En conclusión, si usted tiene un trabajo, hágalo con excelencia. Si no tiene un trabajo para ganarse el pan de cada día, ¿no será tiempo de echar a andar su propia empresa? Todos tenemos la capacidad de crear empleos dignos y estables. Descubra que es águila y puede volar.
Agradezco al periódico La Voz de Xela por la oportunidad de compartir con ustedes mis ideas. Y a todos mis lectores ¡Infinitas gracias por seguirme! Bendiciones para todos.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.