Es preocupante el contexto político de Guatemala. El pasado jueves 16 de noviembre de 2023, en el Ministerio Público, se estrenó un nuevo juez, para disparar un nuevo misil contra estudiantes, catedráticos, periodistas, Decanos, y contra el Exprocurador de Derechos Humanos y algunos diputados electos. No se necesita de mayor ciencia para concluir que definitivamente hay un plan estratégico macabro de parte de un grupito de malos guatemaltecos que le tienen miedo al nuevo gobierno que se estrenará el próximo 14 de enero de 2024. Hay una maquinaria que está trabajando día y noche, para desestabilizar al país. Es lamentable la manera de proceder de quienes están detrás de estas persecuciones.
Le pido mucho a Dios para que los planes diabólicos de algunos malos guatemaltecos y guatemaltecas, se destruyan completamente. El diablo está suelo en los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. La ética profesional de un buen grupo de personas que están en estos organismos del Estado, está por los suelos. ¡Que bonito fuera que nuestros políticos hicieran política con ética!
A los guatemaltecos comunes nos indigna este tipo de acciones de un ente, cuyas acciones en años anteriores, eran creíbles. Ahora, cuando uno escucha “Ministerio Público”, piensa en corrupción y en un ente que persigue a los buenos, y protege a los malos.
La palabra “ministerio” viene del latín “ministerium” que significa “servicio”. En la Iglesia Católica se habla, por ejemplo, de un “ministerio sacerdotal”, es decir, de hombres que, por vocación, deciden “servirle a Dios” a través del trabajo que prestan en la iglesia. Un “ministro” dentro de la iglesia es una persona que “sirve” a los demás, alguien que camina, orienta y acompaña a su prójimo.
En el ámbito estatal, un “ministerio” es un ente creado para servir a sus ciudadanos. Esta es la razón de ser los “ministros de Estado” y del “ministerio público”. Como su nombre la indica, la función principal del Ministerio Público es estar al servicio de todos los ciudadanos. Su razón de ser es servirle a la población, procediendo con justicia y apegado a la ley. Sus investigaciones tienen que ser intachables, creíbles y prontas. Pero, en Guatemala, en los últimos meses, el proceder de este ente es muy dudoso.
Por el bien de Guatemala, esperamos que toda esta gente que está dentro de esta institución, caiga en la cuenta de que cada acción que ellos ejecuten, tendrá sus consecuencias en un futuro no muy lejano. La vida misma les pasará la factura por lo que están haciendo. Deben tomar en cuenta, que el poder que hoy tienen, mañana ya no lo tendrán. Y entonces será el llanto y el rechinar de dientes. Pero ¡malaya! Será demasiado tarde. Deben pensar en sus futuras generaciones.
Mientras ellos se apuran a fabricar casos; nosotros apurémonos a hacer las cosas con excelencia ahí donde la vida nos ha puesto a servir. Errores cometemos todos, puesto que somos humanos, pero considero que sí es posible ser pequeñas gotas de servicio en dondequiera que estemos. Cuando uno sirve bien a través del trabajo que desempeña, nunca le hará falta nada. El dinero bien ganado rinde. El dinero mal habido no rinde y se esfuma como espuma en el aire.
Que Dios nos conceda sabiduría para servir de manera extraordinaria todos los días de nuestra vida.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.