Para empezar, debemos saber qué es cooptación. Como siempre, acudimos al Diccionario de la Lengua Española: Cooptar, llenar las vacantes que se producen en el seno de una corporación mediante el voto de los integrantes de ella. The Free Dictionary, nos da una definición más amplia: Es un sistema de nombramientos o reclutamiento por nominación, por el cual una asociación cualquiera de personas nombra internamente a sus propios miembros, sin dependencia de criterios externo. En ese orden de ideas, podemos concluir que, hay cooptación cuando en una organización -en este caso, el Estado-, cubre una vacante con gente a fin a los intereses del grupo -cúpula empresarial y político- con intereses propios; selecciona, nombra y manipula a la gente para que, en lo absoluto tenga criterio propio, menos interés común.
La cooptación del Estado en nuestro país, ha estado vigente desde hace muchos años, sin embargo, no lo conocíamos con ese nombre y nos daba temor hablar de ello, la frase COOPTACION DEL ESTADO, la empezamos a leer y escuchar cuando la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala -CICIG- dio a conocer los casos emblemáticos de corrupción conocidos como La Línea, la Terminal de Contenedores Quetzal, Caso del Lago de Amatitlán. Fue, literalmente una sacudida maravillosa para el ciudadano de a pie quien vio a su verdugo, pero, sacudida tenebrosa y macabra para los que han financiado a los vehículos electorales.
A ese respecto, los miembros -actores materiales e intelectuales- que hacen posible esta cooptación del Estado, son, ni más ni menos una estructura criminal mafiosa que se valen de cualquier institución, persona o cosa para mantenerse en el poder, y si alguien aún no está convencido, veamos lo que está sucediendo en nuestro país.
Los espacios o vacantes que se dieron en un lapso de cuatro a seis años atrás, se fueron llenando poco a poco con personas afines a esta estructura criminal, por ejemplo, instituciones como Tribunal Supremo Electoral, Corte Suprema de Justicia, Corte de Constitucionalidad, Congreso de la República, Organismo Ejecutivo, Procuraduría de Derechos Humanos, Contraloría General de Cuentas, entre otras. Todas están cooptadas, están al servicio de la clase más nefasta que está gobernando nuestro país. Esto, ya rebasó los límites de la decencia.
Estimado lector, la corrupción está minando nuestro desarrollo y obviamente nuestra calidad de vida. Nos incomoda y vociferamos cualquier improperio cuando vemos que la carretera o calle está bloqueada por hombres, mujeres y niños, que reclaman una vida más digna. Asimilamos con facilidad la propaganda sutil del gobierno corrupto cuando dice que, los bloqueos perjudican la economía, salud, educación y bla, bla, bla. Acaso cuando usted llega a un hospital público recibe tratamiento médico de primera calidad, o, su hijo recibe una educación presencial y virtual de calidad. El presupuesto para esos programas se los roba el corrupto, así de sencillo y práctico.
Si alguien aún tiene dudas sobre el funcionamiento de la cooptación del Estado, le invito -con todo el respeto que se merece-, haga un recuento de las gestiones legales, técnicas, morales, éticas, etc., que el movimiento indígena ha realizado para pedir la destitución de Consuelo Porras y su equipo corrupto, entre otros, se han presentado memoriales, amparos, solicitudes de audiencias, cabildeos, etc., ante el Ministerio Público, Presidencia de la República, PDH, Congreso de la República, Corte de Constitucionalidad, Corte Suprema de Justicia, todos le dan el respaldo a Consuelo Porras y con ello, ninguna resolución a favor del pueblo. Es la cooptación del Estado en su máxima expresión.
Van 18 días en digna resistencia y sin causar ningún solo daño material violento, a pesar de la provocación malévola del aparato represor del Estado. Un solo ejemplo: Soldados del ejército llegaron a la Aldea Nimapá, Totonicapán en horas de la noche, alterando la paz y tranquilidad de los comunitarios, para sorpresa de Giammattei, las autoridades comunales y vecinos, dialogaron y oraron por ellos y fueron encaminados a su destino. Manifestaron los soldados que se “perdieron” y sin querer aparecieron en dicha Aldea.
El gobierno corrupto de Giammttei, siempre ha estado perdido y ante la Cooptación del Estado, la resistencia es legal.
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.