Hay una frase popular que dice, “cada pueblo, tiene el Gobierno que merece”, y esto no va con Guatemala, pues Guatemala es noble y con gente honrada, con jornadas históricas que son motivo de orgullo y patriótica satisfacción, pero, como de todo hay en la viña del Señor, también tenemos la mala fortuna de tener una retahíla de corruptos y ladrones que, con honrosas excepciones, se han adueñado del Gobierno; se han venido enriqueciendo a costillas del pueblo; se han apoderado y enquistado en la estructura del poder y del Estado, hasta llevarlo a la crisis institucional que se confronta.
La realidad: una crisis que, si recrudece, puede convertirse en una epidemia delincuencial, hasta convertirse en una pandemia que habrá de enfrentarse con esfuerzo compartido y voluntad ciudadana, hasta que el país, con dirigentes capaces, sin improvisados y honrados (de que los hay, los hay) y con el pueblo organizado, lo sometan a una cirugía general en lo económico, social y político, para promover y refundar la Guatemala que todos queremos y necesitamos.
La perversidad que encontramos en las distintas formas de corrupción gubernamental, llega a límites inimaginables cuando: pensamos en todo lo que se podría hacer por los pobres con lo que se roban; todo el daño que estos malos guatemaltecos le están causando al país; cuando sabemos que en algunas áreas marginales y el campo de Guatemala están muriendo niños por desnutrición infantil; cuando la prensa informa de muertes, severos problemas de salud en hospitales por falta de atención médica y medicinas; cuando vemos lo incontrolable de la delincuencia que confrontamos; cuando vemos muchos más etcéteras que sería largo enumerar. En resumen, cuando vemos la decadencia en lo económico, político y social, cualquiera que sea el nivel de indignación se queda corto, principalmente cuando comparamos esta realidad con los que, mediante procesos electorales, han llegado al ejercicio del poder, y vemos con preocupación, tristeza, decepción y justificada indignación, que en lugar de sus ofrecimientos (como candidatos) de trabajar por un país con menos problemas y necesidades, si las cosas siguen como están, nos entregarán un país enfermo: con muchas dolencias en lo económico, político y social, con un deterioro sociopatológico que requiere con urgencia una cirugía mayor para evitar que la irresponsabilidad gubernamental lleve al pueblo de Guatemala a una situación insostenible y terminemos en un intensivo hospitalario, que es a donde se conduce a los enfermos en estado de gravedad.
Si actuamos con seriedad ciudadana, si prescindimos de subjetivismos deformantes y si analizamos con objetividad nuestra realidad, veremos con indignante preocupación hasta dónde nos ha conducido la voracidad galopante de los corruptos y ladrones responsables de la crisis que confrontamos en Guatemala, y lo que el futuro nos depara si no se erradican los vicios y desviaciones sociales enquistadas en la administración pública y el ejercicio del poder. Por ello, y cuanto pueda y deba agregarse, es urgente pensar en una cirugía mayor en la administración pública, reconociendo que los principales escándalos provienen del Ejecutivo de Pérez Molina y Baldetti, que es de donde, sin ignorar a los corruptos de gobiernos que le antecedieron, se derivaron los principales escándalos, en y los tres poderes del Estado, y de lo cual nos ha venido informando cotidianamente la prensa.
Podemos aventurarnos a diagnosticar que si se aplicara retroactivamente una rigurosa auditoría a todos los gobiernos, desde el actual, hasta el presidido por Vinicio Cerezo, que es donde despega la corrupción hasta alcanzar los niveles a que escandalosa e indignantemente ha llegado en la actualidad, serían muchas y muy variadas las sorpresas que encontraríamos. Para combatir la corrupción hay que limpiar a la administración pública, como se limpian, las escaleras: de arriba para abajo; de abajo para arriba no funciona, y la realidad así lo confirma.
Soy un profesional comprometido con la transparencia, la crítica y la propuesta, e identificado con los problemas sociales; los intereses y necesidades de los de a pie. / lufesaldy@hotmail.com