REFLEXIONEMOS
Aunque duela reconocerlo, así es: elegir a los diputados y pagarles con nuestros impuestos para que nos traicionen y nos apuñalen por la espalda, no es más que masoquismo electoral. En todo caso, ¿de qué otra amanera puede entenderse una actitud como la que observamos en los 107 diputados que defienden a corruptos y ladrones? Esto solo se explica por la existencia de alguna enfermedad legislativa y engendrada por mentes torpes y microcefálicas, pues tal parece que se trata de una severa infección contagiosa que solo puede tratarse con una cirugía mayor. No creo equivocarme al calificar este síntoma como masoquismo electoral, por cuanto se necesita ser muy masoquista para elegir diputados que se supone son nuestros representantes, electos para defender los intereses de la sociedad, y no ofendernos, castigarnos y traicionarnos al pretender emitir una ley que protege a corruptos, ladrones y una mafia de delincuentes que, según se especula, ejerce el poder desde fuera, que de manera descarada y poco disimulada, está tratando de cooptar al Estado guatemalteco.
Frente a este abuso, la reacción de la sociedad fue inmediata (en la capital y varios departamentos), pues los “honorables diputados” se olvidaron de las multitudinarias manifestaciones que en 2015 fueron determinantes para que no pocos corruptos y ladrones estén enfrentando la justicia, otros estén escondidos y otros más con fuertes señalamientos o con la camisa levantada. Por otro lado, nuestro presidente reaccionó de manera inmediata, no para hablar de la imprudencia legislativa, sino para deslegitimar a los manifestantes y hasta como muchos presumen e interpretan, aunque vedada mente, responsabilizarlos por tener que suspender los desfiles del 15 de septiembre en la capital y también, vedada mente, advertir la posibilidad de reprimir el justo derecho de una manifestación que busca defender la pisoteada dignidad de los guatemaltecos, frente a la indignidad de los 107 diputados, que sin la menor pulcritud legislativa, pretendieron abusar del derecho y el poder de que están investidos.
El Sr. presidente olvidó también, deliberada o intencionalmente, que desde 2015 todas las manifestaciones han sido pacíficas, con consideración y respeto, y lo que, según se percibe las autoridades, pretenden negar dada la advertencia de reprimirlos y lo que por cierto, provocaría consecuencias que agravian mucho más la situación.
Son muchos y muchísimas los y las publicaciones que surgieron en y por los diferentes medios, todos manifestando su codena e inconformidad: la Universidad de San Carlos, colegios de profesionales, la Comisión de Derechos Humanos; muchas más siguen desfilando por la prensa y otras formas manifestando su rechazo, desaprobación e indignación; en Xela y otras ciudades, ya declararon non gratos y traidores a la Patria (consultar redes sociales) a los diputados; no podía ser de otra manera. Las redes sociales han invadido el espacio hasta con calificativos que van, desde moderados, hasta muy fuertes, que por prudencia no se mencionan. En fin, nos encontramos con un Guatemala enfrentado a los 107 diputados (dirigidos por líderes internos que los controlan)m entre quienes, por su incapacidad y obediencia a la mafia que desde fuera ejerce el trono y está atrás de ellos, no ocultan la torpeza de los que confiesan que no leyeron o no conocían lo que firmaron, y también de aquellos que se dicen arrepentidos y dispuestos a enmendar el error de haber firmado, no por voluntad propia, sino porque los chantajistas externos, lo ordenaron.
Lo que no previeron quienes provocaron esta nueva crisis, fue que la Corte de Constitucionalidad otorgara una suspensión provisional y que una sociedad hastiada de la corrupción y la robadera demostrara que está dispuesta a defender la dignidad y la democracia en Guatemala.
Soy un profesional comprometido con la transparencia, la crítica y la propuesta, e identificado con los problemas sociales; los intereses y necesidades de los de a pie. / lufesaldy@hotmail.com