En la antesala de la conmemoración del Día de la Madre, plasmo mi reconocimiento y admiración por todas las Madres abnegadas, porque ser Madre es un privilegio …. ¡Felicidades!
En especial a mi “Madre Amada”
La vida nos detiene por momentos, frente a líneas vacías y un fin de recuerdos.
Nací privilegiada, fui cobijada, amada y alentada, por el susurro de palabras sabias y dulces caricias otorgadas por mi madre amada.
Niña e inexperta, atesoraste en tu vientre maduro, esta vida que fue el motivo de desvelos, alegrías, a veces tristezas y muchos esfuerzos.
Con trabajo y dedicación, mostraste tu amor.
A veces, por mi mal conducta, te convertiste en el mejor francotirador; una chancleta en mano fue tu mejor munición; ahora entiendo que fue por amor.
Esculpiste en nuestras vidas, los más nobles sentimientos que hoy conforman nuestros cimientos; hacernos fuertes, perseverantes y ordenados ha sido una faena laboriosa, colocándote ante mi mirada atónita cómo la mujer más maravillosa.
Conjugaste mis lágrimas y mis tropiezos y sobre el dolor cincelaste una vez más el amor.
Maestra infatigable en la fe, viste en mí mucho más de lo que pude ver.
¡Creadora de vida!
¡Guerrera impetuosa,!
Cómo describe el poema, la más bella de las rosas.
¿Cómo compensar tanto amor?
¿Cómo borrar las grietas, marcas en tus manos?
No hay forma de compensar, ni riqueza alguna con la que pueda pagar, el inmenso amor que me regalaste, hoy solo quiero expresar que te amo y mi amor hoy hago de manifiesto.
Mientras tenga vida madre querida, me esforzaré día a día por remediarte en mi intento fallido de superarte.