En esta recta final del año podemos decir que es casi normal que nuestros gastos se incrementen, y que el presupuesto que regularmente manejamos en otros meses se vea un tanto afectado.
Este aumento se debe en su mayoría a las fiestas de fin de año, mismas que, cada vez más temprano, incitan a la convivencia entre familiares y amigos, generando que a su vez las empresas promuevan eventos en los que, se hace creer, ofrecen los precios más bajos del año.
Me atrevo a decir que es lo que se hace creer, porque lamentablemente se han evidenciado casos en los que el precio “más bajo del año” ha resultado ser más alto que el precio regular; con esto no pretendo hacer una campaña negra contra este tipo de eventos que las empresas utilizan para generar ventas representativas durante los últimos días del año; estoy segura, porque también así lo he evidenciado, que hay muchas marcas y empresas que sí cumplen con lo que se ofrece a los clientes, y en verdad hacen un descuento que resulta bastante favorable en estas fechas especiales.
Y es que, para ser honestos, ¿quién de nosotros se toma el tiempo para llevar un récord de precios durante el año?… Mi punto, repito, más allá de generar una crítica a esta estrategia promocional, es hacernos conciencia como consumidores para no dejarnos absorber por el bombardeo de ofertas, promociones y descuentos especiales, que son bastante peculiares durante esta temporada.
Si bien es cierto que en diciembre el aguinaldo representa un respiro financiero, debemos ser ordenados y aprender a ser buenos administradores de los ingresos que percibimos. Nuestro país atraviesa una crisis que inevitablemente nos afecta a todos, y sin el afán de generar algún tipo de pánico, es necesario que reflexiones respecto a los gastos que estaremos realizando durante este fin de año.
A nivel empresarial también son muchos los costos que se deben absorber, y por esta razón es que con mayor empuje se canalizan esfuerzos para hacer que esta época del año sea rentable. En esta claro está, depende mucho del tipo de empresa, del producto y del servicio que se ofrece, para establecer las estrategias adecuadas que así lo permitan, ya que es muy atrevido generalizar aseverando que cierta acción será beneficiosa para todos los negocios.
De igual manera, como consumidores, tenemos que aprender también a ser estrategas en cuanto a las compras que realizamos, no debemos dejarnos deslumbrar por cualquier oferta o promoción que parezca ser la mejor; debemos tomarnos el tiempo de analizar cuidadosamente y si es posible, comparar precios, calidad, garantía, servicio posventa y todos aquellos aspectos que le agreguen valor a la compra que pensamos realizar, mucho más allá del precio, pues hay que reconocer que tiene mucha verdad también el dicho coloquial que asevera, “lo barato sale caro”.
Aprendamos a valorar el ingreso económico que percibimos, aunque el trabajo y ser productivos es invaluable, no podemos hacer a un lado el esfuerzo y sacrificios que cada quien realizamos para poder sufragar nuestros gastos; y velar por el bienestar financiero de nuestros seres amados, por tal razón, seamos cuidadosos, y sin darle cabida a la mezquindad, planifiquemos cuidadosamente todos y cada uno de los gastos que pensamos realizar este fin de año.
Mercadóloga especialista en Gestión de Proyectos. Capacitadora, motivadora, estratega y analista empresarial.