Recientemente se ha celebrado la segunda vuelta de las elecciones generales en Guatemala, éstas se han realizado bajo un contexto totalmente diferente al de las elecciones generales de las últimas décadas, esto por la esperanza y urgencia de cambios de fondo y de estructura que la población espera en la forma en que se ha gobernado y sobre todo de la manera en que se han utilizado los fondos públicos en Guatemala a través de la historia.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define era como: “Período de tiempo que se cuenta a partir de un hecho destacado”; “Extenso período histórico caracterizado por una gran innovación en las formas de vida y de cultura”; y “Cada uno de los grandes períodos de la evolución geológica o cósmica”, por lo que a manera de analogía se puede decir que en Guatemala se ha hecho historia ya que es la primera vez que un candidato presidencial logra que la población le de su voto con la esperanza de un cambio.
No será una tarea fácil para el presidente electoporque la institucionalidad está debilitada y el Estado tiene muchas tareas pendientes para con la población especialmente con las áreas rurales y marginales, en la salud, seguridad, educación y sobre todo la falta de transparencia y mesura en la ejecución del gasto público.
Mas que un cambio radical, lo que podemos esperar es la transición de un modelo a otro, porque en la administración pública todo es lento, burocrático y se encuentra oposición y resistencia a los cambios, principalmente cuando existen sectores que quieren seguir conservando el modelo de saqueo y despilfarro de recursos públicos. Todo en el mundo cambia, y nada es para siempre, las sociedades y países también cambian, es el turno de que en Guatemala se empiecen a sentar las bases de un país de verdad en vías de desarrollo.