Comienzo a escribir este artículo con una tranquilidad más estable en cuanto a la realidad política guatemalteca. Gracias a la luz que ha emanado de la Corte de Constitucionalidad hace algunos días, podemos estar más tranquilos, pero no dormidos. Pues resulta, que los corruptos aprovechan los descansos y la compra desenfrenado de algunos de nosotros, para cocinar pactos corruptos con consecuencias graves para el país.
Este fin de semana termina el tiempo de Adviento e inicia el tiempo de Navidad. Es un fin de semana atípico, porque justo, domingo es 24 de diciembre y el día lunes, la natividad del Señor. Es un tiempo para compartir con la familia, amigos y con personas significativas en nuestra vida. seguramente habrá mucha comida y bebidas variadas. Pero este es el momento para hacerlo.
Celebremos la navidad, pero no nos olvidemos del país. En esa oración de medianoche, podemos incluir una breve oración por Guatemala. Nuestro país ha sido golpeado duro por los golpistas; y aunque hay una luz en túnel, esto no significa que no estemos alertas. Y por supuesto, hay que pedirle a Dios por nuestras familias y por nuestra propia vida, porque sin Dios, nuestra vida no tiene sentido.
La Navidad es un tiempo propicio para reflexionar sobre nuestra vida en general. Sobre los aciertos y desaciertos de nuestra existencia. Lo que hoy somos se debe a las decisiones que en su momento hicimos. Y posiblemente no estamos contentos con lo que somos, pero eso que cada uno es, es resultado de las decisiones libres que hicimos en algún momento de la vida.
El mensaje central de esta navidad es éste: “El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en tierra de sombras, una luz resplandeció”, (Is 9, 1-3. 5-6). Como país, estos últimos años han sido de tinieblas. Los tres organismos del Estado están podridos, y los frutos que han dado apestan a podredumbre. Con razón se puede afirmar que el pueblo de Guatemala ha caminado políticamente en tinieblas.
Pero también dentro de la iglesia hay ciertos grupos que no quieren cambiar. Quieren seguir haciendo las cosas como siempre las han hecho y se cierran a los cambios. Hay formas de pensar oxidadas, y tradiciones negativas demasiado arraigadas en la mente de algunos líderes de los pueblos, y no quieren dar su brazo a torcer. Cuando un grupo se cierra a los cambios, se convierte en cómplice para que la iglesia camine en tinieblas.
También hay familias que han caminado y siguen caminando en tinieblas. Y caminan en tinieblas porque no son humildes para aceptar que la vida está en constante cambio y que nada es igual que ayer. Siguen aferradas a sus costumbres y esquemas mentales que ya pasaron de moda. Ahora es el tiempo propicio para que las familias caminen a la luz del Señor que ha nacido en Belén.
A nivel personal también muchos de nosotros hemos caminado y estamos caminando en tinieblas. Y caminamos en tinieblas por tener una cabeza dura y un corazón de piedra. Pero con el nacimiento de Jesús en Belén, una luz ha nacido para alumbrar a todos los que libremente hemos decidido caminar en sombras de muerte.
En conclusión, para que esta luz que ha nacido en Belén, que es Jesús mismo, alumbre de verdad mi vida de tinieblas, yo tengo que colaborar con este niño frágil y humilde. Yo tengo que decirle a Jesús, creo en ti, creo que tú eres el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo. Yo quiero dejarme iluminar por ti, para iluminar a los que caminan en tinieblas y en sombras de muerte. Que el niño Dios nazca en nuestros corazones.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.