Están hundidos en el fango de la inmundicia – Parte II

Por si acaso, alguien todavía tiene duda sobre el estado inmundo en el cual se encuentra casi la mayoría de parlamentarios, pues, déjenme recordarles que, deben despertar de ese sueño porque estos seres humanos, no solo están inmundos, sino, casi desquiciados.

En relación al rechazo al presupuesto y otros desmanes del gobierno de Giammattei, la molestia de la población no es para menos, la voraz e insaciable robadera de los recursos del estado, es atroz, es inimaginable. 

En el renglón de presupuesto para SECRETARIA Y OTRAS DEPENDENCIAS DEL EJECUTIVO, se tenía –digo se tenía porque, el miércoles los “honorables” delincuentes, dieron marcha atrás con ese presupuesto- asignada la cantidad de 1 mil 304 millones 896 mil 137 quetzales, de los cuales las secretarias a cargo de Giammattei –Secretaría de Bienestar Social de la presidencia, Secretaria de Comunicación Social de la presidencia, Secretaría de Coordinación Ejecutiva de la Presidencia, Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente y Secretaría General de la Presidencia- dense cuenta, son cinco secretarías, entre éstas, se reparten 705 millones 217 mil 652 quetzales, es decir, el 54% de ese presupuesto; en ese mismo rubro –SECRETARÍA Y OTRAS DEPENDENCIA DE EJECUTIVO-, se encuentra la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional –SESAN-, a esta secretaría, se le asignó 54 millones 164 mil 600 quetzales, es decir, el 4% del total del presupuesto de ese renglón.  Por Dios señor Giammattei, usted es el hombre más cínico, ¿cómo es posible que, para usted, para sus “secretarías” está presupuestando más de 705 millones y para la población más vulnerable –desnutrida- de Guatemala solo le está dando 54 millones?  ¡Ah, pero, Dios bendiga a Guatemala!

Lo he escrito más de una vez, por la importancia de este tema y para evidenciar la hipocresía del gobierno, vuelvo a escribir:  Según UNICEF, en Guatemala el 49.8% de los niños sufre de desnutrición crónica, ocupamos el primer lugar en América Latina y el sexto en el mundo, por supuesto, la pobreza y la pobreza extrema, juegan un papel importante en este grave problema.

En otras palabras, el presupuesto, no está cumpliendo su objetivo, es decir, ser un instrumento legal, sobre todo, moral, en el cual se realizan las estimaciones de Ingresos y egresos y a su vez constituirse en un instrumento de planificación de las políticas públicas con miras al cumplimiento de los fines y deberes del Estado, ojo, dije, fines y deberes del Estado, perdone, quiero invitarle a que lea el fin supremo del Estado y los deberes plasmados en los Artículo 1, 2 y 3 de la Constitución Política de Guatemala, por favor, reflexionemos, no podemos seguir así.

Así las cosas, nuestro problema no es el presupuesto, el problema real y de fondo, es el perverso e inhumano sistema de gobierno, el cual está diseñado para seguir ampliando el número de pobres y reducir el número de familias acomodadas económicamente, acomodadas no precisamente por su trabajo arduo y tesonero, sino, utilizando todo tipo de artimañas legales, pero no éticas menos morales, para acrecentar su fortuna mal habida, no lo digo yo, lo dicen instituciones internacionales que, incluso, retiran las visas de entrada a sus países por ser personas no gratas.

Al momento de escribir esta columna de opinión –jueves 26-, se están cumpliendo seis días o jornadas de protestas continuas e ininterrumpidas en contra de los desmanes del gobierno –los tres poderes del Estado-.  Definitivamente es imprescindible e impostergable escribir una nueva historia, y esta historia la vamos a escribir los ciudadanos de a pie, los tanques de pensamiento –empleados del sistema corrupto-, no tienen la solvencia ética y moral para seguir interviniendo en este asunto, Giammattei debe entender de una vez por todas que, no puede ni debe seguir al frente del Organismo Ejecutivo, por una simple y sencilla razón, si no es capaz de convencer a su propio par –vicepresidente-, como pretende convencer al 70 o 80% de personas pobres de este país.

¡No puedo vivir, sin los benditos frijoles!