En muchas oportunidades hemos oído en medios de comunicación referirse al personal de salud que laborara en nuestro país y en el resto del mundo como: La primera línea de defensa, en esta pandemia de COVID 19.
Una primera línea de defensa es una frase utilizada en la milicia, es el orden y formación adoptada por una tropa cuyos elementos están colocados en el sentido del frente, unos al lado de otros, con la confianza plena de cuidarse mutuamente, es la línea que se adopta para el combate, pues permite obtener el máximo efecto, con un mínimo de vulnerabilidad.
Esta línea funciona porque dentro de los que van en la primera línea hay mucha valentía, técnicas aprendidas, conocimiento, por esto se ha llamado así, al personal de salud, quienes son los que en primer momento están haciendo frente a esta pandemia dentro de un hospital, todo el personal de salud con funciones diferentes, son necesarios para tal efecto.
La gran diferencia radica en lo siguiente: una primera línea de defensa táctica en la guerra avanzan con la confianza puesta de que detrás de ellos hay un ejército completo listos para continuar en la lucha con un objetivo común, el personal de salud en cambio, en muchos momentos siente que esta solo luchando contra esta pandemia, no ha encontrado todos los recursos justos para trabajar, incluso cada día con una carga laboral más dura, la razón es que muchos de sus compañeros han salido positivos a COVID 19, entonces se ha decidido aumentar el número de horas de trabajo, el número de turnos al personal de salud que aún no está positivo a COVID 19. Es así como esa primera línea de defensa en salud se ha visto debilitada, la pregunta entonces seria:
¿Estamos preparados para que caiga nuestra primera línea de defensa?
He podido tener la oportunidad de dialogar con algunos que forman parte de esta primera línea de defensa, algunos están muy cansados físicamente y emocionalmente, por la carga tan alta de trabajo que se ha venido dando, sin embargo siguen al pie de batalla dando lo mejor de cada uno y mucho más de lo que un “contrato laboral” les exige, en muchos hospitales no existe el pago por horas extras de trabajo, no hay todos los insumos necesarios para trabajar, no hay seguro de vida, algunos compañeros de salud pública, que han enfermado de COVID , han tenido que comprar sus medicamentos por falta de estos en los servicios de salud y otros más han perdido lastimosamente la vida en el frente de esta dura batalla.
Es cierto que en una guerra hay una primera línea de defensa, pero si esa línea cae hay otra lista para salir al frente, en los servicio de salud no existe otra que pueda salir al frente en esta pandemia, lo que hoy quiero hacer saber es que solo tenemos UNA LINEA DE DEFENSA, compuesta por cada uno de los servidores de salud, que cada día se exponen a mil dificultades, que siguen adelante aun viendo que su compañero de la par ha caído enfermo o a muerto.
Aún nos cuesta entender que todos somos responsables de lo que decidamos hacer: cuidarnos o no, pero es más difícil comprender que las autoridades que tienen en sus manos las decisiones importantes en temas de salud, hayan suavizado con palabras y acciones la magnitud de esta situación de salud.
“Donde quiera que el arte de la medicina es amado, también hay un amor a la humanidad” Hipócrates.
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.